En una convención liberal no exenta de polémicas, desde La Nación tuvimos la oportunidad de dialogar con el senador liberal Blas Llano, que cuestionó duramente la gestión del actual presidente del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), Efraín Alegre, y criticó el intento del sector efrainista de incidentar el pedido mayoritario por la transparencia. Finalmente, con el voto de 282 convencionales se rechazó el balance financiero de Alegre y se aprobó una auditoría externa.
Previamente al resultado de la votación nominal, el referente liberal recordó que “el artículo 24 de los estatutos del Partido Liberal dice que la convención se habilitará cuando menos con la mitad más uno de los convencionales habilitados. Había 500 convencionales habilitados y se sostuvo la convención a pesar de haber asistido solamente 132″.
Añadió que “sigue diciendo ese mismo artículo que para seguir deliberando válidamente, la convención se sostendrá con un quórum mínimo del 50% de los convencionales y en esta ocasión no se cumplió con eso”. Sumando duras palabras contra su correligionario Efraín Alegre, declaró que “esa es la diferencia entre el que funge de tirano y el demócrata. Nosotros ya enarbolamos la bandera de la concertación en el pasado y perdimos, pero aceptamos la decisión”.
Prosiguió señalando que “esto es una falta de respeto para esa gente que vino desde Bahía Negra, Puerto Guaraní, lugares alejados desde los cuales tardaron en algunos casos días en llegar, por respeto a ellos, qué le cuesta al presidente del partido aceptar que perdió en una convención, ¿o él es el famoso mitã’i rico que se enoja y lleva su pelota porque la perrada no le elige porque no es bueno? Ese es el presidente de nuestro partido”.
“No buscó la unidad”
Siguió refiriéndose a lo ocurrido diciendo que “la mafia está votando acá para transparentar los G. 92.000 millones en efectivo que él [Efraín Alegre] recibió por parte del Estado paraguayo en concepto de aportes y subsidios electorales, y en préstamos que hizo en nombre del Partido Liberal a entidades financieras y por los cuales nunca rindió cuentas”.
Refirió que “cuando yo fui presidente del partido, hice una promesa al pueblo liberal y les mentí, les dije que íbamos a ganar en 100 municipios y ganamos en 99, pero nosotros perdimos en estas últimas elecciones municipales casi 400 bancas por culpa de Efraín Alegre, porque es presidente del partido, y no buscó la unidad del mismo, había candidatos del partido que no tenían una calcomanía, un parasol para hacer campaña política y estamos hablando de uno de los partidos centenarios, más grandes, populares, que no se puede permitir mandar a sus soldados sin balas y sin fusil a la guerra”.
Agregó que “corresponde ahora una auditoría externa para saber en qué se usaron los recursos del partido, si se usaron de acuerdo a la ley electoral. No quiero creer que recursos públicos, que se pagaron mediante los pagos de impuestos de los contribuyentes, se hayan usado para fines personales”.
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Un “obstáculo” por no renunciar
Siguió reflexionando con lo siguiente: “Yo estoy convencido hace 5 años de que la concertación es el camino, no ahora recién como Efraín Alegre. He hablado de esto en conferencias de prensa. Un proyecto político, social, democrático, se construye primero con renunciamientos, que debemos hacerlos todos, empezando por Efraín Alegre, como el presidente del mayor partido político de la oposición. Tiene que poner los intereses del país antes de sus intereses personales, de otra forma no se merece ser presidente”.
Adelantó que “si el problema es Blas Llano, yo firmo una nota diciendo que no me voy a candidatar a ningún cargo electivo, pero le pido a él que haga lo mismo y les apuesto que no lo va a hacer”. Añadió que “eso es renunciamiento, y el que no renuncia para alcanzar objetivos superiores es un obstáculo para alcanzar los objetivos del país”.
Al ser preguntado sobre su opinión en torno a la presencia de figuras de otros partidos políticos en la convención, recalcó que “todos los participantes de los demás partidos políticos son bienvenidos para lograr una alternancia, yo lo propuse a Fernando Lugo en el 2008, lo cual no fue fácil, pero estaba convencido de que era el camino, ganamos por 54 votos en esa convención previa y después de casi 70 años hubo una alternancia en el gobierno de la República del Paraguay”, finalizó.