Hace unas semanas, Arnaldo Giuzzio era el héroe favorito principalmente de algunos referentes de la oposición luego de su exposición ante la Comisión Permanente del Congreso sobre supuestos vínculos del narcotráfico y algunos referentes políticos. Ahora, decepcionados, algunos senadores coinciden en que Giuzzio debe ser investigado por su vínculo con el considerado alto capo del narcotráfico por la Senad Marcus Vinicius Espíndola de Padua.
En este sentido, el senador liberal Amado Florentín lamentó que ahora sea el exministro del Interior quien se encuentre en el ojo de la tormenta, mientras consideró que se trata de algo muy grave esta situación.
“Es una lástima, es una pena, porque veíamos lo que estaba realizando el ministro Giuzzio, teníamos la esperanza de que desenmascare una red muy grande y compleja que es del narcotráfico, y justamente que él tenga una estrecha relación o algún vínculo con algún narcotraficante, evidentemente, es grave”, dijo el parlamentario.
Indicó además que Giuzzio no solo fue ministro del Interior, sino también de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), por lo que debería manejar informaciones sobre narcotraficantes investigados. “Es grave. Él fue director de la Senad y generalmente los que manejan información clave referida a estos delincuentes están, ya sea en inteligencia de la Policía, el Ministerio del Interior y la Senad”, sentenció.
Se debe investigar
Por su parte, el senador también liberal Juan Bartolomé Ramírez indicó que el caso debe ser investigado, aunque no quiso ahondar en el caso. Agregó que no se debe tener ligereza con las opiniones al respecto.
“Hay que escarbar para no tener la ligereza en la opinión. Aparentemente, por lo que pude rescatar, es que él por una premura, por una rapidez, se va y habla con personas que tienen documentos paraguayos, que tienen empresas habilitadas, etcétera. Creo que debe haber un trabajo de procesar toda la información y ver hasta qué punto hay negligencia, hay complicidad o hay error”, indicó Ancho Ramírez.
Consideró oportuna la decisión del presidente de la República, Mario Abdo Benítez, de destituirlo del cargo por una cuestión de imagen de su gobierno. “El presidente tiene que prescindir de él sobre todo por una cuestión de imagen de su gobierno. Los pormenores después se dirán, pero lo importante es que la separación de un funcionario como él responde a un interés político del momento y hay que respetar la decisión del presidente”, puntualizó el senador.