Un ataque, dos fallecidos, cifras que causaron conmoción y repudio de todo un país. Un ministro responsable de la seguridad de cada uno de los paraguayos y un fracaso rotundo en la gestión de velar por esa seguridad.

Arnaldo Giuzzio, cuestionado desde su ingreso en el Ministerio del Interior, un salto de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) a la cartera de seguridad, que marcó una seguidilla de acciones fracasadas que va cobrando vidas inocentes, paraguayos de bien que terminaron como efectos colaterales de la inseguridad y la falta de acciones públicas por parte de los responsables.

El ataque y el asesinato de dos personas durante un evento masivo realizado en San Bernardino ayer domingo terminaron por colmar la situación en que se encuentra el ministro del Interior, Arnaldo Giuzzio, que finalmente podría terminar en su salida, una crónica anunciada desde el día uno.

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Horas después del atentado, usuarios de las redes sociales hablaron de una “tierra de nadie” o la nueva “Sinaloa”, la ciudad más peligrosa de México. Esa es la sensación que quedó en la ciudadanía tras este hecho. Sin embargo, esta situación solo es parte de una cadena de fracasos de una institución y de una política de seguridad del Gobierno.

Uno de los últimos hechos que marcaron la inseguridad fue el asalto ocurrido en el cerro Tres Kandu, entre Guairá y Caazapá, que terminó con el cierre temporal del establecimiento por la situación de inseguridad. De acuerdo con el relato de las víctimas, el asalto fue realizado por parte de un grupo de entre 5 y 6 personas que “operan” en esa zona.

Otro hecho que llamó la atención fue el robo de un vehículo, nada menos que a metros de la Comandancia de la Policía Nacional, en pleno centro de la capital del país, Asunción. Este robo fue registrado a través de un video, prácticamente en las narices de la policía hace unos días atrás. En esta ocasión, tres fueron los delincuentes que forzaron el vehículo y terminaron llevando todo tipo de objeto de valor que se encontraba en el mismo.

Otro de los hechos que impactaron fue el asesinato de un capitán de navío, el jefe de Estado Mayor del Arsenal de Marina Humberto Fleitas Giménez, de 49 años, víctima de sicariato en setiembre del año pasado. Además de la forma en que ocurrió este atentado, lo que llamó la atención es que el hecho se dio a cuadras de una comisaría y la casa del propio ministro del Interior, Arnaldo Giuzzio.

Estos son algunos de los hechos y situaciones que marcan la gestión de Giuzzio, quien califica estos y otras situaciones de “aislados”, hechos que se roban vidas, que tiñen de rojo a toda una nación. Un evidente fracaso en la política de seguridad de un hombre aferrado al cargo.

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