Una de las negociaciones de mayor trascendencia en la historia de Paraguay en tiempos de paz es la que se asoma con el Brasil por el Anexo C del Tratado de Itaipú. Ante un escenario político y económico que influye en este acuerdo, el diario La Nación/Nación Media pone bajo la lupa este asunto con referentes técnicos, diplomáticos y políticos.
En esta oportunidad, exponemos la teoría y las recomendaciones claves del exdirector jurídico de Itaipú Binacional Luis A. Breuer, quien primeramente anhela que el Gobierno pueda reaccionar y recuperar el tiempo perdido para encaminar las negociaciones del Anexo C del Tratado de Itaipú.
“Las autoridades nacionales del actual gobierno deberían realizar todos los esfuerzos posibles para prepararse y lograr sus objetivos en la renegociación del Tratado de Itaipú. La improvisación y la falta de preparación no solamente transmiten una pobre imagen de nuestro país a nivel interno e internacional, sino que pone en riesgo obtener en la renegociación un resultado digno y beneficioso”, sostiene el profesional jurídico.
Negociación trascendental
Primeramente, parte de que Itaipú Binacional es una de las mayores productoras de energía eléctrica del mundo y que la energía que produce tiene una relevancia trascendental para el Paraguay y su futuro desarrollo económico y social en los próximos 30 a 50 años.
“El impulso de la transformación energética como el desarrollo de la infraestructura del Paraguay, vital para atraer inversiones nacionales y extranjeras, depende en gran medida de Itaipú”, resaltó Luis Breuer.
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Dentro del contexto político y diplomático hizo referencia a que las negociaciones son motivadas por intereses propios de los Estados. En el caso de Brasil, dijo que “ha enviado señales de la firmeza (o dureza militar) con la cual pretende llevar a cabo estas negociaciones. Estamos solos y dependemos exclusivamente de nosotros”, puntualizó.
El Gobierno nacional, los poderes del Estado y sus fuerzas vivas deben considerar esta negociación del Tratado de Itaipú, como se ha dicho, “como una ‘causa nacional’ y una ‘política de Estado’, y que se negociará desde la dignidad de un Estado soberano e independiente”, expresó.
En este sentido, explicó que la Constitución Nacional establece que el Poder Ejecutivo maneja las relaciones exteriores, siendo esta la “alta parte contratante”, según el Tratado de Itaipú. “Si bien a través de la Cancillería Nacional se deberá coordinar al más alto nivel la negociación con el Brasil, es el Poder Legislativo (Cámara de Senadores) que deberá aprobar los términos de la negociación y modificar el Tratado de Itaipú”, enfatizó. El nexo entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo debiera ser la Vicepresidencia. Lastimosamente, no cree que se haya avanzado en necesaria coordinación.
Renegociación de otros aspectos del Tratado de Itaipú
Teniendo como punto principal la revisión del Anexo C, Breuer sostiene que es necesario renegociar todas las secciones o aspectos del Tratado, que “precisan de una actualización para que la intención de las partes se vea cumplida, considerando los nuevos tiempos”, añadió.
En ese sentido, detalló que se debe analizar si la aplicación de ciertas normas, conceptos, fórmulas y criterios, algunos ya en desuso a nivel mundial, no estarían vulnerando los principios de igualdad de derechos. Así como comprobar si la intención inicial, que era el desarrollo económico de ambos países, se ha cumplido y se cumple a cabalidad.
Asimismo, en los propios principios del Tratado de Itaipú (igualdad de derechos) como en normas de derecho internacional (teoría del cambio de circunstancias – rebus sic stantibus, etc.), sostuvo que hoy en día existen fundamentos jurídicos muy válidos para sustentar esta posición. “Existen aspectos que no fueron considerados en su momento, factores que existieron en el momento del Tratado de Itaipú que hoy ya no existen, que han cambiado y que ameritan ser modificados”, aseguró.
El proceso de negociación y su preparación
La escena que observa dentro de la negociación es tener enfrente de la mesa de una negociación a un Estado que no improvisa. “Brasil viene preparando hace tiempo su posición en forma draconiana con base en sus propios intereses y a la vez motivado por su dinámica política y económica interna”, destacó. Esta situación coyuntural que también depende del momento electoral propicia que no sea una cuestión sencilla, agregando las asimetrías que existen entre las partes.
Desde su perspectiva, dijo que “existe la sensación de que Paraguay llega tarde a un proceso que ya se ha iniciado. No existen señales de haberse preparado adecuadamente y de que se haya articulado estratégicamente uno de los puntos centrales de la negociación y posición paraguaya en la negociación, que es el precio de la tarifa”.
Describe que Brasil tomó la iniciativa propiciando sus proyecciones que pretenden configurar “hechos consumados”, que en principio serán negativos para una posición. Teniendo en cuenta que Brasil ya bajó la tarifa de la potencia, mientras que Paraguay reaccionó respondiendo que nada se acordó y que el precio pretendido por Brasil sería inaceptable.
Si Brasil se niega a negociar, ¿cuál es la estrategia?
Habló de una variable, que Brasil se niegue a renegociar la revisión del Anexo C del Tratado de Itaipú o lo dilate en el tiempo, alegando que no están dadas las condiciones para que el Tratado se siga aplicando como se ha venido haciendo. En ese caso se pregunta, ¿cuál sería la estrategia de Paraguay?
Breuer cuestiona que no exista un plan de cómo serán debatidas las propuestas para llegar a consensos y formar una o más posiciones paraguayas, que tampoco se conozca sobre la preparación de un equipo de apoyo para la renegociación del Tratado de Itaipú, cómo se entrenan los negociadores y expertos paraguayos que participarán directamente en la negociación.
“Entiendo que pensar a esta altura que una negociación de esta trascendencia no es diferente a cualquier otra negociación bilateral a cargo de la Cancillería y que depende de la buena voluntad o de la buena relación entre los presidentes, es una necedad mayor”, sentenció.
Máster plan de negociación
Para el exdirector jurídico de Itaipú, el Gobierno debería en tiempo récord liderar en forma seria y responsable la preparación para una negociación tan crítica. No solo apostar a funcionarios del Gobierno como miembros “part time” de un grupo de negociación o convocar a una improvisada “comisión de expertos” sumidos en una “Babel de discusiones” sin ningún tipo de orden, método o estructura.
Una negociación de esta talla requiere de un máster plan de negociación, según recomendó el profesional, que debe contar con la conjunción sinérgica de expertos nacionales y extranjeros en torno a estos objetivos:
- Analizar, estudiar y determinar ordenada y claramente en mesas de trabajo dirigidas y facilitadas por expertos, de manera que con base en estudios técnicos serios y acabados y proyecciones a futuro se concluya cuáles específicamente son los intereses relevantes para el Paraguay en esta negociación, las mejores alternativas y soluciones creativas para su desarrollo económico y social, y con base en las mismas las posiciones paraguayas para la negociación.
- Entrenar a quienes deberán actuar en el escenario de la negociación, sea como negociadores, facilitadores y expertos.
- Definir qué elementos genuinos de argumentación y persuasión posee el Paraguay, y las formas de ejercerlos, tanto a nivel local como internacional. Conocer perfectamente con quién se negocia; saber cómo se debe negociar con Brasil y cómo este negocia a nivel internacional y regional con otros actores regionales e internacionales; conocer todos los aspectos relevantes y cambiantes de la política y dinámica interna del gobierno y Estado brasileño; y poder reaccionar eficazmente a los cambios en dichos órdenes.
- Implementar aceleradamente campañas de comunicación eficaces a nivel nacional e internacional para lograr los objetivos mencionados más arriba; es decir, determinar los intereses y posición paraguaya, la persuasión y presión con quién se negocia y comunicación con la sociedad civil para lograr la transparencia, credibilidad y empatía (causa nacional).
“Todos estos ejes se conjugan para lograr un efectivo proceso de negociación. En el máster plan de negociación se establecerían sistemáticamente las acciones y mecanismos para lograr los objetivos”, sostuvo.
Equipo pro negociación
Una clave para este proceso es crear un “equipo pro negociación de Itaipú”, conformado por expertos nacionales y extranjeros que deben actuar conjuntamente. Los expertos nacionales deben ser de distintas áreas consideradas relevantes que serían los actuales funcionarios y exfuncionarios públicos de las entidades binacionales, la academia, diplomáticos, juristas, exponentes de la comunidad civil y empresarial.
Recomienda contar también con expertos extranjeros porque hoy en día en el mundo existen personas muy competentes, que conocen de forma sistemática, dirigen, coordinan, estructuran y llevan adelante este tipo de procesos, porque han estudiado científicamente por décadas y participado en este tipo de procesos de negociación de tratados entre Estados de similares características al Tratado de Itaipú.
“Hasta el momento no se ha visto avance en la contratación de expertos extranjeros, ya que ha quedado claro que Jeffrey Sachs, a pesar de los documentos de investigación que elaborará con su equipo sobre Itaipú, no asesora ni asesorará al Gobierno en la renegociación del Tratado de Itaipú, sino en cuestiones más macrorrelacionadas a la política energética del Paraguay”, comentó.
Sobre el plan de persuasión, asegura que tener en cuenta una presión interna, regional e internacional puede dar un resultado con eficacia relevante. “Existen muchos casos a nivel mundial donde una eficiente estrategia logró resultados favorables en una negociación para un Estado más pequeño y de menor desarrollo relativo”, expresó. En ese sentido, recordó el caso del Canal de Panamá, donde el arte fue utilizar el lobby con senadores de los Estados Unidos para que se aprobara la recuperación de la soberanía panameña sobre el canal.
Dentro del último punto, recrimina el “secretismo”, siendo el peor remedio para el propio Gobierno. Por eso hace referencia a las efectivas campañas de comunicación, a las que califica como transversal a los demás objetivos, pero siendo un importante apoyo.
“Constituye una obligación constitucional del Gobierno el informar sobre sus actos, en un proceso tan importante como este, de manera que la ciudadanía lo perciba genuinamente como una causa nacional”, recalcó. La misma misión debe darse con la conformación del equipo pro negociación de Itaipú, para que no sea sectaria, discriminatoria o privilegiando a personas por razones infundadas.