Cuestionados dirigentes colorados, salpicados por hechos de corrupción, lideran en el departamento de Paraguarí la campaña política del segundo del Poder Ejecutivo y precandidato al cargo de presidente de la República en el 2023, Hugo Velázquez. Entre ellos se encuentran, por ejemplo, los diputados Miguel Cuevas, Tomás Rivas y el senador Andrés Retamozo.
Al respecto, el alto funcionario de Estado mencionó que en dicha zona se siente “una pasión colorada” que contribuye a la construcción sólida de su plan de gobierno con el respaldo de toda la dirigencia de base rumbo a las internas partidarias del mes de diciembre y las generales del 2023.
Las declaraciones de Velázquez surgieron tras un encuentro político organizado por los criticados parlamentarios en la ciudad de Sapucai, quienes como en el caso de Cuevas y Retamozo aún continúan envueltos en investigaciones judiciales, y en el caso de Rivas, recientemente blanqueado por el Tribunal de Sentencia.
En el caso de Cuevas, se encuentra imputado por enriquecimiento ilícito, tráfico de influencias y declaración falsa. De ser un humilde zapatero, el colorado logró incrementar su riqueza con varias propiedades y costosos vehículos durante su administración en la Gobernación de Paraguarí.
Fue imputado en el 2019 y entre los meses de febrero y setiembre del 2020 pisó la sede de la Agrupación Especializada, donde se mantuvo tras las rejas. Posterior a la situación y con varias chicanas ante la Justicia, logró de vuelta su libertad y en la actualidad se maneja con medidas alternativas a la prisión organizando encuentros políticos en su departamento a favor de Velázquez.
Por su parte, Retamozo es un fiel aliado de Cuevas, contando también con varias denuncias de corrupción, específicamente durante su gestión al frente de la Administración Nacional de Navegación y Puertos (ANNP). La situación lo obligó a presentar su renuncia al cargo.
El actual senador está siendo investigado, aunque con pocos avances, a raíz de los millonarios montos que se gastaban en viáticos de funcionarios bajo el concepto de G. 1.200 millones en sus 3 primeros meses de gestión, nepotismo, contratación irregular de 300 funcionarios, entre ellos familiares, así como la posible falsificación de facturas, sobrefacturaciones, así como los gastos injustificados, entre otros.
Incluso, su colega Pedro Santa Cruz, del Partido Democrático Progresista (PDP), había presentado una denuncia penal contra Retamozo por la supuesta comisión de los hechos punibles de lesión de confianza, asociación criminal, producción de documentos no auténticos, hecho punible contra la prueba documental y, finalmente, por enriquecimiento ilícito.
Entre los antecedentes mencionados también por Santa Cruz, como base de la denuncia, se encuentran supuestas irregularidades en un convenio firmado entre la ANNP, el Centro de Aduaneros del Paraguay y la firma Sif América para la implementación de un sistema integrado de gestión aduanera. Esta tercerización irregular de las recaudaciones habría generado un desvío de fondos públicos, según la denuncia.
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Mientras que Rivas, tras años de chicanas en el caso conocido como los “caseros de oro”, logró ser blanqueado por la Justicia. Llamativamente, días atrás se mostró compartiendo un formidable encuentro con Velázquez.
El pasado 15 de diciembre del 2021, el Tribunal de Sentencia, integrado por Héctor Capurro, Juan Carlos Zárate y Cándido Fleitas, resolvió la extinción penal, así como el sobreseimiento del legislador, bajo la excusa de que el perjuicio patrimonial con el Estado había quedado saldado.
Entre el 2016 y 2017, los caseros de Rivas, Reinaldo Chaparro, Lucio Romero Caballero y Nery Franco González percibieron salarios como funcionarios de la Cámara de Diputados, mientras estos en realidad prestaban servicios en la estancia del diputado. La remuneración que percibían los caseros de oro rondaban los G. 3 millones y la planilla de supuestas asistencias a la cámara eran homologadas por el diputado Rivas.
El legislador fue procesado como cómplice de cobro indebido de honorarios y por estafa en grado de autor; sin embargo, fue blanqueado, dado que reintegró G. 121.208.300. Por otra parte, sus caseros, a pesar de haber sido hallados culpables, fueron condenados a 2 años de prisión con suspensión de ejecución de pena. De esta forma, para la justicia ya queda en el olvido el caso.
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