Paraguay y Brasil inician el año sin haber logrado un acuerdo sobre el precio de la tarifa de Itaipú: nuestro país pide mantenerla, el vecino apuesta a bajarla. Los representantes paraguayos creen que habrá un entendimiento antes de que el consejo de la entidad binacional vuelva a reunirse el próximo 23 de febrero.
La Revisión del Anexo C del Tratado de Itaipú es el tema central de debate en los últimos dos años. La clase política y la ciudadanía son conscientes de la necesidad de lograr un trato justo para el país y precautelar así su soberanía. En esta segunda entrega de la serie de publicaciones que lleva adelante La Nación sobre las claves de Itaipú, el ingeniero Ángel María Recalde, extitular de la Administración Nacional de Electricidad (Ande) y exdirector paraguayo de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), analiza la problemática de la revisión y más específicamente el Costo del Servicio de Electricidad (CSE), que finalmente define la tarifa.
Recalde explica que el servicio de la deuda (interés + amortización) hasta el año 2021 representaba en torno a 2.070 millones de dólares. La idea que cobró más fuerza en la opinión pública fue la de mantener la tarifa para que se siga recaudando lo mismo que el año pasado (3.291 millones de dólares) y distribuir entre los dos países lo que se utilizaba para pagar la deuda, esto significaría un poco más de 1.000 millones de dólares al año de ingresos adicionales para cada país, a partir del 2023.
“La idea es muy buena, ya que representaría ingresos genuinos muy importantes para el país, pero se debe considerar que esta situación (dinero a distribuir) no está contemplada en el Anexo C, obligando esto a realizar una revisión anticipada del Anexo antes de la fecha prevista (agosto/2023)”, precisa el ingeniero.
Lea el primer material: Las claves de Itaipú: soberanía y trato justo para Paraguay están en juego
Interés real, a destiempo
Es importante recordar que Brasil y Paraguay inician el año sin haber logrado un acuerdo sobre el precio de la tarifa de Itaipú. Sin embargo, los representantes paraguayos creen que habrá un entendimiento entre las partes, incluso, antes de que el consejo de la entidad binacional vuelva a reunirse el próximo 23 de febrero.
De acuerdo a comentarios de especialistas en el tema, refiere Recalde, se tendrían que haber realizado las gestiones para adelantar la revisión y la misma, con aprobación parlamentaria incluida, tendría que haberse finiquitado en setiembre del 2021.
Para el extitular de la Ande es evidente que el Gobierno nacional ha tomado real interés en el tema ya muy tarde, cuando era inminente bajar la tarifa para el 2022. En ese sentido, detalla que Paraguay propuso a Brasil mantener para el 2022 la tarifa vigente en el 2021 (22,60 US$/ kWmes), mientras que las autoridades brasileñas proponen que el Anexo C sea aplicado y con ello bajar la tarifa en la proporción de la disminución del servicio de la deuda.
Seis aspectos importantes
Recalde es categórico sobre este escenario y sostiene que aún hay mucho por hacer, y para ello se debería definir primero qué es lo que más conviene a Paraguay y llevar en consideración aspectos muy importantes como:
1. Considerar la situación financiera de la Ande y el impacto que tendría en las tarifas actuales de esta empresa en los consumidores locales (si se mantiene o si baja la tarifa de Itaipú).
2. Introducir nuevos conceptos en el CSE, como ser la creación de un fondo para grandes mantenimientos de las máquinas instaladas hace casi 40 años; de un fondo especial para desarrollo del sector eléctrico de los países; de gastos sociales (hoy se incluye dentro de gastos de explotación).
3. Incluir la construcción de la exclusa de navegación (prevista en el Anexo B) y desarrollar el proyecto de instalar dos máquinas adicionales (habría que incluirlo en el Anexo B).
4. Aumentar los montos en conceptos de royalties y resarcimiento por las cargas de administración, en atención a la existencia de una Nota Reversal que prevé el ajuste de los mismos en proporción al aumento real del costo de la obra y del costo de la energía producida. Los valores iniciales del Anexo C para esos conceptos en el transcurso del tiempo fueron afectados por un Factor Multiplicador (FM) 4 (en el año 1992), pero el mismo tendría que actualizarse a la fecha con un FM 8. Dicho de otra manera, los ingresos por ambos conceptos podrían duplicarse.
5. Proponer que el cronograma de contratación sea de 3 años.
6. Decidir si es conveniente que Itaipú siga vendiendo potencia o si debería vender energía.
Otros puntos a contemplar
A estos 6 aspectos, el expresidente de la Ande suma otros como proponer la revisión del Acuerdo Tripartito firmado por Paraguay, Brasil y Argentina, que fija el comportamiento aguas abajo de la Central, en cuanto a la variación horaria y diaria de la altura del río Paraná y de la velocidad superficial de las aguas, en la frontera fluvial común entre los tres países. (Desembocadura del río Yguazú en el Paraná, más conocida como triple frontera).
La lista sigue con obtener un acuerdo comercial con el Brasil, para el efecto se deben integrar los sistemas eléctricos; proponer la revisión del Tratado, modificando su Artículo XIII que impide la libre disponibilidad de la energía no utilizada en el país del 50% de energía producida por la Central, que tenemos derecho a adquirir; proponer la revisión del Anexo A, a los efectos de lograr la cogestión plena y proponer la inclusión en el Anexo B la instalación de dos máquinas adicionales.
En este contexto, es crucial que nuestras autoridades y representantes jueguen sus mejores cartas durante las negociaciones futuras, con el Brasil, para lograr resultados que sean beneficiosos para nuestro país.
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