El diputado colorado Walter Harms lamentó la injusticia que se estaría cometiendo en el Hospital Distrital de Fram con el doctor Juan Carlos Chomyn, único terapista con el que contaba el Instituto de Previsión Social (IPS) en la ciudad, para enviarlo a hacer guardia en un consultorio que se dedica a recetar solamente paracetamol y analgésicos para dolor de garganta y fiebres, según afirma.
En comunicación con La Nación, el legislador representante del departamento de Itapúa señaló que los comentarios más fuertes hablan de que se trataría de una persecución política, luego de que el Partido Colorado perdiera en las municipales con el candidato del diputado oficialista Colym Soroka.
El parlamentario sostuvo que conoce muy bien al doctor Chomyn porque son vecinos de Encarnación, y que él mismo lo ayudó a convalidar sus títulos cuando luego de más de 25 años de trabajo en Argentina decidió volver a su país para ayudar tras la llegada de la pandemia, y sabiendo que en Itapúa había muy pocos profesionales terapistas.
Indicó además que se instaló en el Hospital Distrital de Fram, que también tiene convenio con el IPS. Mediante el apoyo de empresarios de dicha localidad, se equipó el centro asistencial con 10 camas de terapia intensiva, convirtiéndolo en el segundo hospital de referencia de mayor envergadura del departamento, luego de Encarnación.
“Lo que se comenta es que fue por represalia. El Partido Colorado perdió la intendencia, el candidato que ganó las internas era del movimiento de Soroka, pero perdió en las generales, entonces lo que todo el mundo dice es que porque el Dr. Chomyn tiene muy buena relación con los empresarios que apoyaron la candidatura del actual intendente, buscaron la excusa para sacarlo de la terapia de Fram”, explicó Harms.
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Ahora bien, el argumento esgrimido por la directora regional del IPS, Sindy Soroka, hermana del diputado colorado, es que como Chomyn es funcionario del IPS, pero este no tiene terapia en Fram, un terapista no puede estar ahí y lo trasladaron al hospital de Encarnación.
“Lo más triste es que siendo él un terapista, siendo alabada su tarea por todo el departamento, habiendo sido uno de los principales luchadores para salvar vidas por COVID, ahora está en una oficinita en un consultorio recetando paracetamol y analgésicos para dolores de garganta y fiebre. Eso es lo que llama poderosamente la atención”, comentó el diputado.
“Me dieron un hueco”
A fin de conocer de primera mano esta situación, la corresponsalía del Grupo Nación se puso en contacto con el doctor terapista Juan Carlos Chomyn, quien relató la gran desilusión profesional que se está llevando en más de 25 años de carrera, por la desvalorización que las autoridades del Instituto de Previsión Social están cometiendo contra su especialidad.
Comentó que luego de dejar sus años de experiencia y trabajo en el sector público y privado en el vecino país, estuvo trabajando primeramente dos meses ad honorem en el Hospital Distrital de Fram. Luego, con ayuda del anterior intendente y políticos consiguió dos rubros en el Ministerio de Salud, pero le prometieron tres, hasta hoy el tercero está cajoneado. Además de un rubro del IPS que tiene convenio con Salud Pública.
Indicó que se hizo cargo de la terapia intensiva en Fram en la época más crítica de la pandemia el año pasado, donde él mismo se encargó de capacitar a sus colegas. Hoy que ya bajó la cantidad de casos, ya están atendiendo otras patologías porque había necesidad de camas de UTI; sostuvo además que no hay otro terapista profesional en esa localidad y le toca trabajar todos los días, en dos años no se tomó vacaciones.
“Lo que hizo el IPS fue que como terminó la pandemia y yo tengo un rubro de terapia, me llevaron a Encarnación, porque el IPS de Fram no tiene terapia. Me entrevisté con la Dra. Irala que me dijo que no tiene lugar para mí en terapia. Que tiene un hueco, en urgencias respiratoria. Donde estoy hasta la fecha, atendiendo pacientes que tienen fiebre, tos, dolor de garganta. No estoy haciendo terapia intensiva”, lamentó el profesional.
Chomyn dijo que tiene que hacer guardia dos noches en Encarnación, y que al día siguiente tiene que viajar hasta Fram para cumplir con sus otros rubros de Salud Pública, además de seguir ayudando a sus colegas con los pacientes que están en terapia, porque su profesionalismo no le permite abandonarlos.
“No puedo dejar a mis colegas y pacientes solos, y esa es la verdad que me indigna muchísimo, que yo como especialista del IPS de Encarnación no me tengan en cuenta para trabajar en la UTI, sino que me mandan a hacer consultorio en una guardia. Además que no ven la necesidad que tiene la ciudadanía y todo el departamento por la falta de cama y la falta de profesionales terapistas”, lamentó.
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