La exministra de Defensa María Liz García de Arnold afirmó que todos los helicópteros de las Fuerzas Armadas cumplieron su vida útil, por lo que no deberían estar en vuelo. Dijo que el Gobierno tendría que comprar máquinas nuevas y no esperar donaciones de otros países.
“Estos helicópteros datan de 1950, son en su mayoría donados, lo hacen con muy buenas intenciones y cuando lo entregan, lo hacen a punto. O sea, son helicópteros que están verdaderamente listos para poder ser utilizados”, dijo a la 1020 AM.
Mencionó que durante su gestión se recibió la donación de un motor nuevo que se le incorporó a la máquina y “quedó el helicóptero en condiciones. Pero qué es lo que ocurre, todo tiene un tiempo de uso, un tiempo de fenecimiento y no solamente el motor propiamente dicho, sino que incluso la propia carcaza, que de por sí ya tiene demasiados años”, indicó.
“Estos helicópteros son ya obsoletos, no deberían ya estar en vuelo ni para observación, porque verdaderamente ya son un riesgo”, advirtió al hacer alusión al último accidente aéreo ocurrido el jueves que causó la muerte de tres personas y dejó un solo sobreviviente. La exministra explicó que los desperfectos de las aeronaves pueden darse por las siguientes circunstancias: por falla mecánica o no se le hizo el mantenimiento, o bien, un error humano.
El siniestro
Recordemos que la Dirección de Comunicación Social de la Fuerza Aérea emitió un comunicado en el que informó que siendo aproximadamente las 8:00 del día jueves 25 de noviembre, la aeronave UH-1H, con matrícula FAP Nº H-0433, que se encontraba realizando vuelo de instrucción, sufrió un accidente aéreo en el predio de la Base Aérea Ñu Guasu.
Una hora después se conocía la nómina de los integrantes de la tripulación, al informarse que eran cuatro miembros de la Fuerza Aérea Paraguaya (FAP) que se alistaron bien temprano para partir en un vuelo de práctica. La institución confirmó que fueron tres los militares fallecidos: el instructor Gustavo Rafael Velazco Acosta, la teniente Andrea Cubilla y el suboficial Gustavo Arzamendia. En tanto, el vicesargento primero Ariel Martínez Cabrera logró sobrevivir y continúa internado en el Hospital Militar.
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