La hermanas Beatriz, Silvana y Lorena Denis, cuyo padre –el exvicepresidente de la República Óscar Denis– se encuentra en cautiverio en manos del grupo criminal autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), dieron a conocer una carta dirigida al ministro del Interior, Arnaldo Giuzzio, en respuesta a su reticencia a reconocer que el secuestro se ha convertido en una industria en el Paraguay.
“Hace 20 años atrás ocurría en nuestro país un hecho que marcaría un antes y un después en nuestra historia. La industria del secuestro instalaba su sucursal en Paraguay. La suerte estaba echada, tenía nombre y apellido, ocurriría a la luz del día y en uno de los lugares más públicos de la capital”, refiere la misiva aludiendo al caso de María Edith de Debernardi, secuestrada el 16 de noviembre de 2001.
Añade que pasaron dos décadas, varios secuestrados y cientos de muertos por el camino. “Algunos de esos secuestrados pudieron volver a sus hogares, otros encontraron la muerte más cruel de manos de unos cobardes sin patria y sin escrúpulos”, expresa.
Seguidamente, se hace mención a las tres personas de quienes no se tienen noticias, el político liberal Óscar Denis, el policía Edelio Morínigo y el ganadero Félix Urbieta, quienes “siguen secuestrados hace bastante tiempo”.
“Tiempo que pesa, tiempo que duele, tiempo que mata y tiempo que destruye por dentro, haciéndonos creer que no contamos con un Estado protector y garante de derechos, sino con gobiernos de turno que durante estos 20 años no han hecho otra cosa que sumar bajas en sus filas policiales”, señala.
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Así también, se hace alusión a la lista de civiles secuestrados, mientras a otros les toca “mirar desde el banco de suplentes cómo estos grupos criminales han extendido su negocio delictivo a otras actividades como el reclutamiento de niños y niñas, la extorsión y el asesinato”.
En su escrito, las hermanas Denis reflexionan que, a 20 años de aquel primer secuestro, “tenemos a un Estado completamente sometido a la voluntad de un grupo de forajidos, pertenecientes a 2 o 3 familias que tienen en vilo a un país y somete a cada gobierno que pasa”.
Las infaustas declaraciones de Giuzzio
“Tenemos a un ministro del Interior que prefiere dar la espalda al problema, pretendiendo tapar el sol con un dedo a través de un discurso simplista, egoísta, infantil y hasta ofensivo para las víctimas. ‘No hay industria del secuestro en Paraguay’, esas fueron sus palabras”, indica en alusión a las declaraciones del secretario de Estado.
“Y lo grave de esa expresión no es que pretenda esconder la vergüenza de la ineficiencia o que desconozca la magnitud del problema, sino que, conociéndola, prefiera minimizarla”, enfatiza.
La familia Denis considera que minimizar el problema del secuestro es la garantía del fracaso. “Decir que no es una industria porque ‘no genera réditos’ es menospreciar el esfuerzo que costó conseguir cada centavo de los más de 6 millones de dólares pagados por familiares de víctimas secuestradas, muchas de ellas incluso para recibir a cambio los restos mortales de sus seres amados”, lamenta.
Abogan por la liberación
Una vez más, los familiares de Denis abogaron por el retorno con vida de los tres secuestrados, recordando que el exvicepresidente lleva más de un año en cautiverio, en tanto que de Urbieta hace cinco años no se tienen noticias y de Morínigo, hace más de siete años.
“Decir que la seguridad está mejorando, señor ministro, cuando niños y niñas pertenecientes a comunidades indígenas son reclutados en el monte para alistarse a las filas del EPP, es darle la espalda a la protección que como Estado debemos garantizar a nuestros niños”, dice otro párrafo.
La carta concluye manifestando que “si no se cuenta con una política de combate clara y eficaz, es mejor guardar un respetuoso silencio”.