El ministro del Interior, Arnaldo Giuzzio negó que el secuestro se haya convertido en una industria en Paraguay, a 20 años del primer plagio del autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) y que tuvo como víctima a María Edith Bordón de Debernardi.
“Hoy tenemos 3 secuestros vigentes, pero somos optimistas. Creemos que todas las acciones que se hicieron posteriormente también desmotivaron mucho la instalación de esa acción que hoy quiere ser una industria, no lo es aún”, dijo Giuzzio en declaraciones a los medios de comunicación.
Sostuvo además que hablar de industria significa una empresa que genera réditos, recursos y que “en realidad acá no estamos viendo eso. El único beneficiado es un grupo reducido, el EPP, apuntamos con la Policía a desalentar esas acciones”, afirmó.
El secretario de Estado manifestó que ya fueron individualizados los delincuentes que pretendieron utilizar la modalidad del secuestro para generar ganancias. Igualmente dijo que la lucha contra el sicariato o muerte por encargo está siendo encarada con éxito.
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“Son desactivados, no solo en el ámbito del secuestro, sino también en el ámbito de lo que se conoce como sicariato o muerte por encargo. En todas estas investigaciones que hizo la Policía, uno de ellos pertenece según los investigadores a un caso específico relacionado al crimen organizado”, dijo.
Giuzzio calificó de insuficiente el presupuesto destinado al ámbito de seguridad. En relación a los tres secuestros de larga data y sin respuestas que afectan al ganadero Félix Urbieta, el policía Edelio Morínigo y al exvicepresidente de la República, Óscar Denis, el ministro indicó que siguen los esfuerzos para recuperarlos con vida.
“Les puedo asegurar que se están haciendo todos los esfuerzos que está al alcance de la Policía, de la Fuerza de Tarea Conjunta para dar con el paradero de los autores y si es posible recuperarlos con vida”, sentenció.
Impuesto revolucionario
En entrevista con La Nación, la fiscal general del Estado, Sandra Quiñónez, señaló que la industria del secuestro en Paraguay mueve mucho dinero. Dijo que el modus operandi del grupo delincuencial autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) es el pago del “impuesto revolucionario” en su área de influencia.
El criminal sistema de recaudación está vigente y puede significar desembolsos de hasta US$ 50.000 con modalidad mensual, trimestral o anual para los dueños de establecimientos ubicados en el Norte. Por ello, Quiñónez instó a denunciar los casos y que los afectados colaboren con la identificación de los miembros del EPP.