El gobierno de la República del Paraguay se expresó en contra de las elecciones que se desarrollaron en Nicaragua, a las que calificó como ilegítimas. En un comunicado alega que los resultados de estos comicios no se ciñeron a los principios establecidos en la Carta Democrática Interamericana.

Daniel Ortega logró en la madrugada del lunes su cuarto mandato consecutivo al frente de Nicaragua, sin rivales que pusieran en peligro sus intenciones porque fueron enviados a prisión o en el exilio.

Primeramente, desde el Ministerio de Relaciones Exteriores mencionan el hecho como un deterioro del sistema político e institucional en Nicaragua, que se ve agravado por un proceso electoral viciado que culminó con las elecciones generales el pasado 7 de noviembre.

Te puede interesar: Cinco claves para entender lo que pasa en Nicaragua

Estos últimos comicios no contemplaron las debidas garantías para la participación de todos los actores políticos, además de atentar contra las libertades fundamentales de los ciudadanos nicaragüenses, asegura Cancillería.

Por otra parte, desde el Gobierno reiteran su solidaridad hacia el pueblo nicaragüense, así como exhortan al gobierno de Nicaragua para la inmediata liberación de los presos políticos. Exigen que se asegure el respeto a la libertad, integridad personal y derecho a la participación política, el restablecimiento pleno de la democracia y el Estado de derecho.

En mayo del 2021, el Parlamento aprobó la composición del nuevo Consejo Supremo Electoral (CSE) integrado por magistrados favorables al gobierno, con miras a unas elecciones en las que el presidente será reelegido para un cuarto mandato consecutivo, sin rivales de peso.

El tribunal inhabilitó también en mayo a dos partidos opositores. El CSE convocó a las elecciones para el pasado 7 de noviembre, pese a las críticas de la oposición y la comunidad internacional por la falta de garantías para un proceso justo y transparente.

Nota relacionada: La crisis política de Nicaragua desde 2018