El doctor Raúl Doria, vicepresidente de la Asociación Paraguaya de Sanatorios y Hospitales Privados (APSHP) y director ejecutivo del Grupo San Roque, celebró por una parte la sanción de la ley que redirecciona recursos del Fonacide por valor de U$S 40 millones para el pago de la deuda a los sanatorios y hospitales del sector privado que atendieron a pacientes COVID, adheridos a la Ley COVID Gasto Cero.

No obstante, mencionó que hay ciertos rumores que le preocupan, ya que le dijeron que si bien fue sancionada la ley, que “aún no cante victoria”, porque al parecer hay algunos senadores que estarían solicitando este lunes la revisión del video de la sesión para corroborar que existió quórum al momento de la votación.

En contacto con La Nación abogó a los legisladores a no postergar por más tiempo la promulgación de la ley para que el Estado pueda cumplir con sus obligaciones.

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-¿Está al tanto que este lunes se plantea revisar los videos de la sesión porque aparentemente no había quórum al momento de la votación para la aprobación de la ley?

Sí estoy al tanto de eso, no es novedad para nosotros ya que desde hace tiempo están chicaneando con este tema. Aparentaba que había quórum, pero finalmente hay algunos senadores que aparentemente están alegando que no estaban presentes en la sesión.

Supuestamente estaban con micrófono abierto pero no estaban presente al momento de la votación, no sé qué eso significa. No sé cuál es el fondo de esto, pero lo que sí, el Estado paraguayo promulgó una ley que nos obliga a nosotros a atender pacientes COVID en nuestras instituciones y luego resulta que no tienen fondos para pagarnos.

Ahora que por fin buscaron y encontraron esos fondos, resulta que están buscando excusas para no hacerlo y posponer lo máximo posible (el pago). Pero la información oficial que yo tengo es que se votó y se sancionó la ley y que pasa al Ejecutivo para que el presidente la promulgue o la vete.

Hace varios meses que los sanatorios y hospitales privados vienen reclamando el pago de la deuda que generó la ley COVID Gasto Cero, la cual llega a los U$S 40 millones. Foto: Leandro Veragua.

Esta ley está aprobada por todas las comisiones del Senado, ya sea la de Hacienda y Presupuesto, la comisión de Salud, tiene aprobación de todos. No tiene ninguna razón para seguir posponiendo la promulgación de esta Ley.

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-Pero llama la atención que una vez aprobada y sancionada salgan a decir que no había quórum, ¿es así?

Yo tengo entendido que había quórum, esa es la excusa que ahora quieren dar para tratar de cancelar la aprobación. Esa es la información que nosotros tenemos. Hasta ahora, esa es una información no oficial, un rumor. Para nosotros la información oficial y que está en la web es que se aprobó la ley, que nos pone muy contentos.

De esa forma podremos contar con fondos para poder ayudar nuevamente al Estado, en el eventual caso que vuelva la tercera ola que se anuncia. De otro modo no podremos participar en esa asistencia. Sinceramente, en este momento no tenemos recursos para enfrentar una nueva ola del COVID.

-Coméntenos sobre la ley sancionada y la fuente de financiación para el pago de la deuda a los sanatorios privados

El proyecto establece una redirección de los fondos del Fonacide al Ministerio de Hacienda, y este a su vez al Ministerio de Salud Pública para pagar a los sanatorios privados. Esos fondos ya existen, y es una reestructuración que hizo Hacienda, porque inicialmente, cuando sacaron la Ley Gasto Cero, se pensó en sacar los fondos de las entidades binacionales, de las reestructuraciones que haga hacienda, pero realmente no consiguieron esos fondos. Luego, cuando comenzamos a cuestionar salió el tema que no había fondos.

También se estuvo usando fondos de la Ley de Emergencia para Salud Pública, y a nosotros ya no nos sobra más nada. Entonces, ahí salió la idea de usar los recursos del Fonacide y todos aceptaron la propuesta, porque vino de Hacienda; primero pasó por Diputados y todos aceptaron. Nosotros mantuvimos varias reuniones con las comisiones de Salud y Hacienda, tuvimos reunión con las autoridades de Hacienda, Salud y el Senado, y todos aceptaron esa idea.

Esta ley se presentó dos veces en el Senado y se pospuso, ayer fue la tercera vez que se presenta para tratar en plenario, se aprobó y quedó sancionada. Ahora me dicen que espere, que todavía no cante victoria. Mientras tanto, nosotros ya asumimos toda esa responsabilidad, hicimos los pagos y tenemos ahí una deuda que si no nos pagan, no sé cómo nos vamos a recuperar.

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-¿A cuánto asciende la deuda total del Ministerio de Salud con los sanatorios privados?

Está cerca de los US$ 40 millones, diría que es un poco más, porque la suma de casi US$ 40 millones salió allá por agosto, cuando hicimos un balance en ese mes de todas las carpetas que se presentaron. Pero hay que tener en cuenta que a finales de agosto ya casi no había pacientes COVID en los hospitales privados, entonces ya se presentaron menos carpetas.

Realmente la vez pasada pospusieron el tratamiento de esta ley porque supuestamente no tenían el monto preciso, pero ahora ya lo tiene el Ministerio de Salud y el Ministerio de Hacienda, y con los recursos del Fonacide prácticamente se va a cubrir toda la deuda.

No hay razón para posponer o suspender la sanción que ya dieron, eso sería una irresponsabilidad porque la tercera ola está llegando, ya se dio en todo el mundo, se está armando en Paraguay y cada vez hay más casos y el Estado no va poder contar con la ayuda del sector privado, como la tuvo en la segunda ola.

-¿Cuántos pacientes atendieron durante la segunda ola del COVID-19?

Nosotros atendimos a más de 10.000 pacientes COVID, en nuestros sanatorios y hospitales. Durante el pico de la pandemia tuvimos habilitadas más de 800 camas exclusivas para atender pacientes COVID, tanto en Terapia Intensiva como salas comunes que se armaron así de la nada. Nosotros no construimos ningún hospital ni nada, simplemente reorganizamos nuestras infraestructuras y sacamos 886 camas de la galera para afrontar esta pandemia.

En este momento no hay ni un solo paciente COVID en nuestros hospitales, y para poder rearmar esos equipos necesitamos fondos. Se tiene que aislar un área del hospital, se tiene que equipar, se tiene que contratar personal nuevo, capacitados para atender pacientes COVID y comprar los insumos y medicamentos necesarios que son carísimos. Sin recursos no podremos ayudar al Estado, pero si nos pagan sí podremos estar ahí listos para ayudar en la tercera ola.

Esa es nuestra posición y ese es el riesgo que toma el Estado al no pagar a tiempo, esto se viene y las predicciones hablan que se viene entre diciembre y enero. Es algo que ya se está armando, y se puede ver con el aumento de los casos y la característica es que son casos de pacientes no vacunados, jóvenes que se infectan con la variante Delta que es sumamente contagiosa, más que las anteriores y eso se va diseminar rápidamente en la población.

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-¿Cómo se distribuyeron esas 800 camas en el servicio de salud?

Nosotros tuvimos camas tanto en salas comunes como en Terapias Intensivas, en total tuvimos más de 200 camas de Terapias Intensivas y 600 camas comunes.

-¿Cómo fue el servicio de salud prestado por los hospitales y sanatorios privados?

Al comienzo, cuando el Ministerio de Salud comenzó a derivar sus pacientes y hablamos de convenio, que fue en septiembre del año pasado hasta mayo de este 2021, todo era por convenio y eran aprobados y referidos a nuestros hospitales, por el ministerio.

Una vez que se promulgó la Ley COVID Gasto Cero, un paciente podía venir a nuestra institución y declarar que quería adherirse a la ley, y entonces ahí era voluntad del paciente, no era más referido por el ministerio. Hay una gran diferencia entre el convenio y las leyes. Por supuesto, todos los pacientes que ingresaban se adherían a la ley, porque le salía todo gratis.

-¿Qué espera del Congreso o del Gobierno ante la presente situación con la ley sancionada?

Bueno, conociendo los tejes y manejes del Senado, entonces, espero que prime la conciencia y la responsabilidad. Esta fue una ley impuesta para nosotros, y nosotros cumplimos, y esperamos ahora que el Estado cumpla con sus obligaciones. Sí por algún capricho de algunos senadores no se cumple, el sector privado va sufrir por años, por algo que fue impuesto por el Estado. Te aseguro, que incluso los sanatorios chicos no se van a recuperar.

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-¿Si el Estado no cumple con el pago de la deuda, los sanatorios y hospitales privados tienen forma de mantenerse?

Lo que sucede que uno tiene un balance, y en ese balance se tiene la facturación que se le hizo al Estado, y en abril del próximo año se tiene que pagar impuestos, por las ganancias que se tuvo por esa facturación. Si ellos no nos pagan, nosotros lo mismo tenemos que pagar impuesto, y ahí es que muchos sanatorios no podrán pagar y van a tener que declararse en quiebra.

Le van a deber al Estado porque el Estado no les paga. Una cosa de locos. Entonces, si no se cumple con esta deuda hay muchos sanatorios pequeños que no podrán continuar atendiendo, no solo pacientes con COVID, sino toda clase de polivalentes, porque no tendrán recursos para continuar operando.

Está complicadísima la continuidad de los sanatorios y hospitales privados, de los pequeños y de los grandes también. Aunque nosotros tenemos un poco más de músculos para seguir remando contra la corriente, pero nosotros estamos complicadísimos si no nos pagan.

-¿Cómo les afecta a ustedes esta situación?

Nos afecta en mucho, no vamos a poder crecer ni expandirnos en años, la salud privada va estar estancada por años, no vamos a poder innovar, no podremos crecer por años. La salud privada va sufrir muchísimo, por eso esta deuda debe ser honrada. Es una obligación que el Estado nos impuso, y tiene que cumplir ese compromiso.

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