El diario La Nación destapó hoy en su portada la venta ilegal de combustible en zona fronteriza y la nula intervención de las instituciones encargadas de luchar contra el contrabando. Ante esto, salió al paso el ministro Emilio Fúster, coordinador de la Unidad Interinstitucional de Prevención y Combate al Contrabando (UIC), señalando un fuerte operativo para poner fin a la venta ilegal de combustible en bidones en la zona fronteriza con Argentina: Falcón, Nanawa y Remansito.
En contacto con radio 650 AM, Fúster indicó que tomaron conocimiento de la irregularidad y que intervinieron; sin embargo, aclaró que después de un tiempo los vendedores informales de combustible traído ilegalmente de Argentina reaparecieron. Actualmente, Paraguay experimenta la mayor suba de combustible en su historia, mientras que en el vecino país el precio de los carburantes está muy bajo. Esto contribuye a la expansión de este tipo de negocio.
“Han desaparecido (los vendedores informales) por unos días y ahora penosamente volvieron y vamos a contraatacar con todo, porque no está permitido vender productos ilegales”, refirió y enfatizó que por el precio este tipo de negocio resulta atractivo.
Para Fúster se trata de una infracción aduanera y por ende se puede incautar el producto. Precisó que para subsanar la problemática se depende de Argentina y Brasil, atendiendo a que la devaluación de sus monedas seduce a los contrabandistas, además de que el contrabando es aceptado socialmente y termina permeando, generando así una fórmula ideal para la proliferación del mismo.
“Vemos camionetas lujosas que compran combustible ilegal. Estamos trabajando para dar con financistas del contrabando, para cortar el oxígeno y no ver más al último eslabón que vende los productos en la calle”, prometió.
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Investigación de La Nación
El incremento del precio del combustible y la nula intervención de las instituciones que deberían luchar contra el contrabando fueron propicios para que las zonas de Falcón, Nanawa y Remansito estén minadas de puestos de venta irregular de combustible.
Con precios que giran en torno a los G. 5.000 el precio del diésel y entre G. 5.500 a G. 6.000 el precio de la nafta, los vendedores reciben diariamente a una incontable cantidad de motocicletas y vehículos, incluso de alta gama, que llegan hasta sus puestos y reciben la carga de combustible en bidones de cinco y veinte litros.
La alta demanda hace que alrededor del mediodía ya no quede ni una gota de nafta, diésel o gasoil; algunos vendedores reponen su stock, mientras que otros prometen que contarán recién con combustible al día siguiente y hasta reciben pedidos de cientos de litros, incluso para llenar el tanque de un camión de 800 litros.
“Podemos mandar traer de allá (de Argentina) si te gusta. Tengo que ir a preguntar al puerto porque ellos traen de seguido. No sé cuándo voy a tener porque nosotros no traemos. El gasoil te va a salir a G. 5.000 y la nafta a G. 6.000 el litro, hasta ahí te puedo hacer porque nosotros gastamos mucho para hacer pasar, tenemos que pagar fletero, el bote, y ahí se gasta más, G. 4.500 por ahí me sale, G. 500 lo que va a ser mi ganancia”, expresó uno de los vendedores cuando fue consultado si tendría stock para llenar un camión de gran porte, ya que ellos hacen ingresar el insumo “pagando y con estrategia”.
En agosto de este año se puso en marcha el Operativo Barrera y el encargado de dar este anuncio fue Emilio Fúster, coordinador de la Unidad Interinstitucional de Prevención y Combate al Contrabando (UIC). Se preveían controles en zonas fronterizas como Nanawa, Falcón, entre otras, para los que se pondrían a disposición helicópteros, drones y otros equipos para monitorear por agua y tierra y de esta forma evitar el contrabando.
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Sin embargo, en las zonas mencionadas no hay ni rastros del “fuerte control” y el comercio irregular sigue su curso sin mayor inconveniente. Fúster pasó la pelota a las municipalidades y aseguró que es competencia de los municipios prohibir la venta de combustible en la vía pública.
“El Ministerio de Industria y Comercio (MIC) es el encargado del tema del combustible, si viene una carta o algo a la aduana que nos diga que tenemos que controlar el tema, vamos a partir de eso; mientras tanto, lo único que controlamos en este puesto es que no pasen en bidones, porque eso es peligroso, lo que están más hacia allá (los puestos de ventas) no es cruzando, la gente viene de Asunción, carga y regresa”, señaló Jorge Fernández, agente especial de la Coordinación Operativa de Investigación Aduanera (COIA), en Vista Alegre.