La secretaria general del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), Basilisa Vázquez, lamentó la situación en la que se encuentra el partido con la salida del empresario Norman Harrison de la carrera electoral para las presidenciales del 2023 y la falta de diálogo existente por culpa del presidente de la nucleación, Efraín Alegre.
Vázquez señaló que dentro del partido, el propio Alegre no permite que otros se presenten para la precandidatura a la Presidencia de la República y de hacerlo, inicia la campaña de que ese candidato pertenece a la mafia. Agregó que persiste con su candidatura a pesar de saber que no tiene chances.
“Nosotros, los del Partido Liberal Radical Auténtico, estamos en una situación muy difícil, uno trata de candidatarse todo el tiempo y no tiene las chances, a pesar de que tiene ese conocimiento, igual sigue persistiendo”, cuestionó Vázquez.
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Caso Harrison
Sobre la decisión de Harrison, de dar un paso al costado en su proyecto electoral dentro del partido, opinó que probablemente sea para evitar el cruce con el presidente del PLRA, Efraín Alegre. “Norman era uno de los que pretendían pugnar dentro del partido, pero por lo visto no quería entrar en este tema, porque dentro del partido el que se candidata y no es Efraín, es mafioso, vendido. Capaz él no quería entrar en este cruce”, señaló.
Vázquez mencionó que Harrison no fue el único con el interés de presentar su precandidatura y que ya se están llevando adelante otras conversaciones con un posible candidato para las internas partidarias con miras a las generales, que enfrentará a Alegre.
“Con la salida de Harrison de la carrera, quedó otra gente, estamos en conversaciones. Hay otros candidatos que están en marcha también. No soy la persona autorizada en comunicar el nombre de ese candidato”, apuntó la secretaria general.
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Crisis sin diálogo
Por otra parte, manifestó que no existen chances dentro del partido y de todos los sectores internos que se dé un diálogo para tratar de subsanar la crisis por la que atraviesa la institución partidaria, porque el propio presidente no permite las opiniones ni el disenso de los demás actores políticos.
“Ese es el primer camino que nosotros deberíamos hacer, pero es difícil dentro del partido, porque cuando uno empieza a debatir o solicita el debate dentro del partido, uno ya es mafioso. En el partido no se puede discutir, en el partido no se puede disentir, no se puede tener una opinión, no se puede hablar porque uno ya es mafioso. No tenemos una conversación dentro del partido”, puntualizó.