El embajador de México en Paraguay, Juan Manuel Nungaray, se refirió al caso de Rodrigo Granda –presunto autor intelectual del secuestro de Cecilia Cubas, hija del expresidente paraguayo– quien ayer fue impedido de ingresar a territorio mexicano y pudo volver a Colombia, a pesar del código rojo de la Interpol que tiene en su contra.

“Los códigos rojos no son una orden de detención. Son informaciones, avisos de personas buscadas, pero no orden de detención”, expresó el embajador tras rendir explicaciones al canciller paraguayo Euclides Acevedo.

Sostuvo además que la inadmisibilidad en el territorio mexicano se dio por la existencia del código rojo de la Interpol. “Nunca ingresó a territorio mexicano porque si hubiera ingresado, otra sería la historia”, expresó el mexicano. Justificó la no detención del ciudadano colombiano alegando nuevamente que no existía una orden de detención.

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Nungaray afirmó que la autoridad migratoria mexicana se apegó a la inadmisibilidad de ingreso de Rodrigo Granda. Al reiterársele que el código rojo indicaba una detención del susodicho, Nungaray dijo que lo que le informaron desde su país es que se basaron en la inadmisibilidad del ingreso al territorio mexicano.

“Este caso se manejó así, en términos muy técnicos, se le aplicó la inadmisibilidad, se le aplicó lo que dice el código rojo y después no estaba detenido”, sostuvo el embajador. Asimismo, refutó las versiones de medios paraguayos que indicaron que Granda estaba detenido y que fue deportado.

Consultado sobre por qué al tomarse conocimiento de la presencia de Granda en el aeropuerto no se notificó a las autoridades, el embajador mexicano dijo desconocer los motivos. Al mencionársele que 12 horas fue el periodo que permaneció Granda en el aeropuerto, el embajador dijo que se enteró muy tarde.

Rodrigo Granda, alias Ricardo Téllez, fue la persona que presuntamente actuó de nexo entre Orley Jurado Palomino (alias comandante Santiago) y Raúl Reyes, excomandante de las FARC, muerto durante una incursión del ejército colombiano en la frontera con Ecuador.

Justamente esta incursión permitió conocer datos precisos acerca del secuestro y asesinato de Cecilia Cubas, al recuperarse la computadora personal que pertenecía al terrorista colombiano. En el 2008, un juez paraguayo había pedido su captura por su presunta relación con el secuestro y posterior asesinato de la hija del expresidente Raúl Cubas, ocurrido en el 2005.

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