El presidente de la Junta Municipal de Asunción, el reelecto a concejal Humberto Blasco, llegó hasta la sede del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) para devolver íntegramente los bonos que recibió días antes de las elecciones, debido a que no pudo colocar en el mercado financiero porque nadie le aceptó.
A raíz de que en la tarde de hoy ninguna autoridad del directorio del PLRA se encontraba disponible, realizó una entrega “simbólica” y tras conversar con la administradora de la tesorería le solicitaron que presente una nota ofreciendo la devolución de los bonos, y se fijará una nueva fecha para la entrega oficial.
En conversación con La Nación, el concejal Blasco señaló que la devolución de los bonos lo hace en cumplimiento de la Ley de Financiamiento Político, que obliga a rendir cuentas de los fondos que reciben del partido y su aplicación a la campaña. Pero atendiendo que dichos bonos fueron entregados unos días antes de las elecciones y, a pesar del esfuerzo que hicieron, no pudieron colocarlos en el mercado financiero ni con personas que normalmente suelen comprar estos instrumentos.
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En ese sentido, Blasco resaltó que están devolviendo los bonos íntegramente por valor de 120 millones de guaraníes, en bonos nominales, y la devolución la están realizando bajo inventario y escribano público. Por ese motivo, solicitó a la administración y tesorería fijar una nueva fecha y hora de entrega oficial de dichos bonos.
“Nosotros solicitamos que la entrega sea en un acto público porque no queremos hacerlo en oficinas particulares o privadas, entre cuatro paredes, porque los bonos están conformados por dinero público, por tributos y es bueno que la devolución se haga pública, para rendir cuenta de lo que se hizo, en este caso la devolución íntegra de los bonos debido a que no se pudo colocar”, comentó.
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Remarcó que en su caso particular no lo pudo colocar debido al corto tiempo que tuvo antes de las elecciones y no encontró interés por adquirir estos bonos por parte de proveedores y personas que antes adquirían estos instrumentos.
“Tampoco nos íbamos a someter a usureros, porque sí recibimos ofertas de usureros que nos exigían descuentos que eran inaceptables, rechazamos esas ofertas y decidimos asumir el control electoral a nuestras costas, lo que implicó unos 300 miembros de mesas, 300 veedores y una cantidad de apoderados, que con el esfuerzo de cada dirigente barrial y de comité se pudo cumplir”, precisó.