El diputado colorado Walter Harms también opinó sobre las declaraciones del secretario privado de la presidencia de la República, Mauricio Espínola, quien pidió al expresidente de la República Horacio Cartes que desde sus medios “cesen el fuego” contra el gobierno. El parlamentario lamentó y cuestionó duramente estas expresiones señalando que es como retrotraerse a la época de la dictadura.
En este sentido, Harms refirió que la libre expresión y la libertad de prensa están consagradas en la Constitución Nacional desde el año 1992, año en que se realizó la constituyente, aunque la libertad se logró en 1989. Sostiene que una manifestación de esta índole sería como volver a una dictadura.
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“Me parece absolutamente fuera de época tratar de cercenar la libertad de expresión y la libertad de prensa, derechos fundamentales de la humanidad y que en el Paraguay desde 1989 están instalados en el país”, sentenció el diputado.
Igualmente, refirió que no se imagina que desde un Estado se intente callar a un medio de comunicación, más aún en una era democrática y sostuvo que es de pésimo gusto pedir a un propietario de un medio de comunicación que calle a sus periodistas.
“No me imagino un Estado donde desde el poder se intenta acallar las voces de los comunicadores. Eso me parece retrotraerse a la época de la dictadura y me parece de pésimo gusto pedirle a un propietario de medios que acalle a sus periodistas desvirtuando absolutamente la libertad que goza el periodismo en Paraguay”, manifestó.
Postura antiética
Harms opinó además que es absolutamente antiético que desde el Gobierno, o en este caso un integrante de un Gobierno, intente acallar las voces del periodismo. Sostuvo que no se imagina a una persona como Horacio Cartes tratar de acallar a sus periodistas, siendo una persona que recibe constantemente críticas y no sale a quejarse por eso.
Por otra parte, el legislador mencionó que con sus expresiones Espínola demostró la “absoluta inmadurez de un chico que no se ubica en el escenario en el que está, fuera de lugar e improcedente, por lo que generó el rechazo de todos los presentes sin distinción a qué sector corresponda”, aseguró. Asimismo, agregó que Espínola fue un simple mensajero.
“No hay que atacar al mensajero, sino al propiciador del mensaje, y evidentemente cuando al presidente de la República le molesta que se le critique, debería analizar primero las causas de las críticas para corregir y para que acaben las mismas”, puntualizó.