El diputado Hugo Ramírez presentó un proyecto que causó bastante revuelo en la ciudadanía, se trata de separar a los ambientes en dos sectores, el primero para personas que fueron inmunizadas contra el COVID-19 y el otro para las personas que no fueron vacunadas.
La propuesta establece que principalmente las zonas o sectores habilitadas para las personas que no fueron vacunadas deberán estar debidamente señalizadas y apartadas físicamente del resto de las dependencias y no ser zonas de paso obligado para las personas vacunadas.
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Igualmente, el planteamiento establece que para el acceso a las zonas de los sí vacunados se debe exhibir el carnet de vacunación contra el COVID-19, como requerimiento principal para ingresar a los locales de masiva concurrencia. Igualmente, los propietarios, gerentes o encargados de los establecimientos serán los responsables de cumplir y hacer cumplir lo establecido en esta disposición y, incluso se podría solicitar la presencia de la Policía Nacional.
Mientras tanto, a lo que refiera a los locales, se estipula en un apartado que en el que no cumplan con lo establecido serán sancionados con multas y, en caso de reincidencia, los locales podrán ser incluso clausurados. “En una crisis de salud, la desinformación puede propagar la paranoia, el miedo y la estigmatización. También puede dar lugar a que las personas queden desprotegidas o sean más vulnerables al virus”, dice parte del documento.
Por su parte, Ramírez expuso que la esta idea se da principalmente para seguir aplicando las medidas de salud pública y medidas sociales a fin de prevenir el contagio masivo del COVID-19 y consecuentemente las muertes causadas por el virus.
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Explica, además, que existe una gran preocupación sobre las personas que no quieren vacunarse, ya sea por desinformación, ignorancia o egoísmo. “También hay mucha información falsa, como así también fanatismos irracionales”, indicó. Sin embargo, admitió que cualquier ciudadano está en todo su derecho, si no quieren vacunarse, pero que también existen los que sí aceptan las vacunas.
“Así como los que no quieren vacunarse, también hay que tener en cuenta a los vacunados; éstos están en todo su derecho de no tener que correr riesgos innecesarios, compartiendo espacios con personas que podrían ser potenciales portadores del virus e incluso, al no tener la vacuna, de variantes mucho más peligrosas”, manifestó.