La cabeza del Congreso Nacional, Óscar “Cachito” Salomón, cometió el infortunio de dar versiones contrarias sobre el crimen del joven Jorge Ríos en el norte del país, posicionándose un libreto que incluso fue recriminado por los familiares de la víctima. La cercanía de Salomón con el sector de izquierda quedó demostrada con su intención de desvirtuar la atención hacia los grupos criminales.
Según el titular del Congreso Nacional, el caso se trataría de un “ajuste de cuentas” del narcotráfico. Luego el legislador debió retractarse ante las contradicciones que giraron en torno a este manifiesto. Por esta postura expuesta, Óscar “Cachito” Salomón se convierte en el político de la semana para La Nación.
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El miércoles, antes de ingresar a la reunión reservada con autoridades de Seguridad, el parlamentario dijo que el secuestro y posterior ejecución de Jorge Ríos tendría un “trasfondo relacionado al narcotráfico” y que no sería parte de una actividad de grupos armados terroristas como ACA o EPP. Desde la Fiscalía tuvieron que desmentir dicha hipótesis.
Para Santiago Peña, exprecandidato presidencial por Honor Colorado, no son ninguna coincidencia las expresiones del presidente del Senado y no se trata de un “error”, sino más bien de una agenda establecida. No es la primera vez que este responde a los intereses del grupo con el que se alió para seguir al frente de la Cámara Alta.
“Acá hay una agenda, esto no es un tema al azar, no es un tema que ocurrió nomás y que se equivocó. Esto es una agenda con un libreto preestablecido que lleva años preparándose y hoy el presidente del Congreso es simplemente una pieza dentro de ese engranaje que cada vez va tomando cuerpo y que va a encontrar al movimiento Honor Colorado en cada esquina”, cuestionó Peña.
“Está todo inscrito dentro de un plan”
En el mismo sentido, Pedro Galli, presidente de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), preocupado por estas declaraciones, coincidió en que queda demostrada su alianza con el sector de la izquierda, que es muy cercano a los grupos criminales.
“Pone en entredicho ciertas actuaciones de nuestra fuerza de seguridad. Parecería que está todo inscripto dentro de un plan, así lo leería. Estamos hablando de la cabeza del Congreso, uno de los poderes del Estado, segundo en la línea de sucesión presidencial, no es cualquier persona. Deberíamos tomarlo y leerlo entre líneas todas estas manifestaciones dentro del contexto general”, expresó Galli.
Las intenciones serían desviar el foco de la atención hacia estos grupos criminales que tienen un lazo cercano a algunos senadores de la izquierda que hoy en día conforman la mesa directiva, según criticaron gremios y figuras políticas.
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