Meses atrás, Arévalo ya había acusado a su contrincante Daniel Centurión, exasesor político de Abdo Benítez y concejal capitalino, de utilizar los recursos destinados a la lucha contra el COVID-19 en su campaña política con la venia del mandatario. Foto: Gentileza.
El Gobierno continúa usando plata del Estado y contratos en campaña, afirman
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El senador Martín Arévalo, aspirante a la intendencia de Asunción por el Partido Colorado, manifestó que el gobierno del presidente de la República, Mario Abdo Benítez, utiliza los recursos del Estado y realiza contratos en varias instituciones públicas para solventar las campañas políticas de su entorno.
“Hoy, desde el gobierno central están largando contratos, utilizando dinero del Estado para campañas. Hay de todo acá, IPS, Ministerio de Salud y la plata del Estado. Incluso el ministro de Educación y Ciencias (Juan Manuel Brunetti) estuvo participando en un acto político”, mencionó el legislador.
Meses atrás, Arévalo ya había acusado a su contrincante Daniel Centurión, exasesor político de Abdo Benítez y concejal capitalino, de utilizar los recursos destinados a la lucha contra el COVID-19 en su campaña política con la venia del mandatario.
“Nosotros seguimos firmes sin utilizar los recursos del Gobierno. Tenemos la visión de acompañar al ganador, aunque mi estómago me revuelva, pero hay que asumir y acompañar. Es la forma del juego”, manifestó.
Por otra parte, respecto al conflicto sanitario, el colorado expresó que en algunas ocasiones advirtió a Abdo Benítez que dentro de su gabinete contaba con ciertos secretarios “peajeros”.
“Todo está mal en lo que se hizo desde el principio. Fue un fracaso rotundo del gobierno central. Así como trataron de robar en la compra de los insumos chinos, así comenzó la desgracia del pueblo paraguayo. En privado le dije al presidente de la República que habían secretarios que eran peajeros”, sentenció en comunicación con la radio 730 Am.
La confirmación del espionaje por parte del Brasil durante la presidencia de Jair Bolsonaro al Paraguay entre el 2022 y 2023, tiempo en el que Mario Abdo Benítez lideraba nuestro país, se sumó a la lista de eventos desafortunados para Paraguay, cuyos intereses se vieron perjudicados y amenazados durante toda la gestión de Abdo, mientras Brasil arrasaba todo a su paso.
CRONOLOGÍA DEL DESASTRE
En mayo de 2019, a solo 9 meses de la asunción de Abdo Benítez a la Presidencia, el país fue sacudido con la noticia de que se había firmado un acta entreguista y secreta con el Brasil respecto a Itaipú Binacional, documento en el cual se estipulaba la contratación de energía entre la hidroeléctrica y Centrais Elétricas Brasileiras SA (Electrobras), que contemplaba sobrecostos para nuestro país en orden a los USD 250 millones.
Los pormenores de este hecho generaron aún más indignación a nivel nacional, puesto que uno de los activos más importantes de nuestro país estaba en manos de un joven abogado. Aquí entra en escena José “Joselo” Rodríguez, quien en ese momento solo tenía 27 años y fue nada más y nada menos que un intermediario a favor de la empresa brasileña Leros en la negociación de venta de energía con la Administración Nacional de Electricidad (Ande), en el marco de este acuerdo.
El escándalo siguió escalando al punto que se produjo la renuncia del entonces presidente de la Ande, Pedro Ferreira. Mario Abdo y su vicepresidente Hugo Velázquez estuvieron a puertas de un juicio político.
La administración de Abdo continuó con su agenda bilateral con Brasil, la cual era publicitada como una de las mejores relaciones y esto debido a que el expresidente celebraba que su par lo llame “Marito”.
Esta amistad pública entre los presidentes no se tradujo en beneficios para el Paraguay, sino todo lo contrario, nuestro país continuó perdiendo terreno con relación a Itaipú y la tarifa energética descendió de USD 22,60 por kilovatio-mes a USD 20,75, cifra acordada entre ambos países en agosto del 2022, luego de que Abdo no pudiera sostener la posición nacional de mantener la tarifa y ceder en cierta medida al objetivo de Bolsonaro que buscaba una importante disminución, intentando empujar a USD 18,90.
Bolsonaro no descansó en su objetivo y de manera unilateral, en diciembre de 2022, fijó la tarifa en USD 12,67, lo que tomó por sorpresa al gobierno de Abdo. En la negociación de 2023, Brasil sumó otra victoria ante nuestro país y esta vez, en consenso con Paraguay se acordó la tarifa en USD 16,71 por kilovatio-mes, lo cual incluso fue celebrada por el gobierno de Marito.
ESPIONAJE
Aun estando lejos del poder, Paraguay continúa sufriendo los estragos de la administración abdista. Hace unos días salió a la luz el caso de espionaje del Brasil. Durante 9 meses el vecino país estuvo inmiscuido sin que el gobierno anterior despierte alertas sobre la vulneración de los sistemas de seguridad. La propia administración de Lula da Silva reconoció que su antecesor tuvo acciones de inteligencia contra Paraguay que se desarrollaron entre junio de 2022 y marzo de 2023.
A la fecha, se desconoce cómo se materializó este espionaje, qué instituciones se quebrantaron, a qué información se accedió. ¿Realmente el Gobierno no se percató de este hecho o prefirió guardar silencio?
Todas estas preguntas todavía carecen de respuesta, lo concreto es que la supuesta amistad Abdo-Bolsonaro tuvo efectos dañinos para Paraguay.
Consultora usó 90 % de donación vía Usaid en sueldos y oculta nombres
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Empresas consultoras y ONG beneficiarias del convenio de cooperación del gobierno de Mario Abdo Benítez y la recientemente clausurada por corrupción, Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), siguen negándose al cumplimiento de la Ley de Transparencia. En el caso del Instituto Desarrollo (ID), documentos recabados del portal del Senado de la Nación muestran que remitieron solo listado de pagos al staff y cuadro directivo institucional, pero no los datos de los superconsultores, expertos, agentes culturales contratados que cobraron millonarios honorarios. El 90 % de los recursos de Asistencia para el Desarrollo donados a Paraguay fueron a salarios, viajes y el resto en el conocido comodín administrativo “costos indirectos”, cuyos detalles están totalmente ocultos.
Como la mayoría de las empresas ONG que se beneficiaron de los USD 58 millones donados al gobierno de Mario Abdo Benítez por la recientemente clausurada Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo (Usaid), la consultora Instituto Desarrollo (ID) que dirige José Molinas, usó el 90 % de lo recibido en sueldos de su staff, expertos, agentes culturales, viajes y el resto ejecutó en costos indirectos y una diminuta compra de equipos.
En los documentos presentados, salvo algunos datos de los profesionales contratados en alianza con Institutos de Educación Superior (IES) de los Estados Unidos, no aparecen los honorarios de los vinculados a los 8 aliados de ID en Paraguay para fomentar el “Estado de Derecho y la Cultura de la Integridad (ROLCI)” en el país.
Según los documentos que recabamos del portal del Senado de la Nación, en el marco de los requerimientos realizados por la Comisión Bicameral de Investigación de delitos como el lavado de activos y otros, la consultora de Molinas reportó que recibió USD 4.300.000 en el marco de la cooperación a Paraguay en la época de Abdo Benítez ejecutado desde el 2019, pese a que el convenio internacional recién se firmó en setiembre de 2020. El monto indica una primera inconsistencia con relación a la información que nos había remitido la Cancillería nacional en la que consta los USD 4.300.000, pero a este se suma una contribución local de USD 433.333, con lo que el presupuesto manejado asciende a USD 4.733.333.
Javier Contreras, uno de los superasalariados de ID
En la planilla enviada por ID figura una ejecución de USD 4.291.417 y una devolución de USD 8.582 a Usaid, pero no aparece la ejecución de los USD 433.333 de contribución país que la Cancillería había informado. Como ya mencionamos, el 90 % fueron a sueldazos de los directivos, consultores nacionales en internacionales.
No aparecen los nombres de los profesionales contratados por los aliados de ID, ni cuánto cobraron para fomentar la cultura de la integridad y el Estado del derecho, pero en las páginas de sus dossiers inflan números estadísticos alardeando resultados exitosos en el ámbito educativo y judicial.
Los maravillosos resultados que ID pinta en los papeles; sin embargo, están muy lejos de la realidad de la Justicia paraguaya, cuestionada por el ciudadano común y envuelta de escándalo a otro, por todo tipo de denuncias. En este contexto, los que sí obtuvieron asombrosos logros son los directivos de ID con sueldos de ministro y así amasaron fortunas en honorarios (ver tabla).
En el caso del director José Molinas, por ejemplo, se registran honorarios de G. 26.000.000 al mes. Otro que figura como “personal clave” es el exfiscal y extitular de Aduanas del gobierno de Fernando Lugo, Javier Contreras, con cobros mensuales de G. 26.000.000.
Cobros de personal directivo ID provenientes de donación a Paraguay
NOTRE DAME Y HARVARD
En los anexos remitidos aparecen contratos millonarios de entre USD 20.000 y USD 171.000 entre Molinas y el Instituto Pulte para el desarrollo global de la universidad de Notre Dame para el fortalecimiento del Estado de derecho y la Cultura de la Integridad en el Paraguay, pero solo citaron los conceptos del presupuesto más pequeños y donde se puede visualizar pagos a consultores de hasta USD 1.100 por día.
También aparece una contratación por USD 155.000 de la Iniciativa de Agentes Culturales de la Universidad de Harvard, totalmente en inglés y reducida básicamente a honorarios profesionales de hasta USD 1.800 por día.
La consultora ID, el Instituto de Derecho y Economía Ambiental (IDEA), ONG como Semillas para la Democracia, Centro de Estudios Judiciales (CJE), etc., no transparentan las contrataciones ni los pagos que realizaron con fondos donados a Paraguay para combatir la corrupción, la impunidad y fortalecer la democracia. Se escudan en la protección de la intimidad de terceros para ocultar quiénes cobraron, cuánto y para qué. Sin embargo, las fotografías, difusiones de actividades difundidas ya han evidenciado que la plata fue al bolsillo de amigos, políticos afines y programas de periodistas, opinólogos enfocados al linchamiento de un sector del Partido Colorado y la protección de la oposición aliada al equipo Abdo Benítez.