El intendente de la ciudad de Paso Yobái, departamento del Guairá, el colorado Ronald Vázquez, junto con el director de la 4ta. Región sanitaria de la zona, el médico Carlos Barreto, inauguraron el pasado 5 de mayo un Sistema Central de Oxígeno, cuyo costo oscila en una millonaria suma. Sin embargo, todo resultó en una obra fantasma, ya que solo se trata de 8 bocas de oxigeno pero ninguna está en funcionamiento.
El proyecto fue anunciado con bombos y platillos por el jefe comunal y fue muy publicitado por el centro sanitario pues se decía que se daría respuesta a la falta de oxígeno en plena crisis sanitaria y económica por el COVID-19. De acuerdo a los expertos, una central de oxígeno mínimamente debe contar con un tanque con capacidad de 2.000 litros y 2.000 kilogramos con varias bocas de distribución, pero a simple vista, la obra impulsada por la municipalidad refleja la inexistencia de la infraestructura requerida en la zona.
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Dudosa empresa encargada de la inexistente obra
Vázquez supuestamente invirtió G. 60 millones en la obra fantasma, la cual estuvo a cargo de la Empresa Guilusote, representada por Carmen Ríos. Pero lo llamativo es que la firma no se encuentra registrada en la Subsecretaría de Estado de Tributación (SET) y tampoco en la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP), puntos que aún no fueron aclarados por el intendente.
“Yo solo vi por las redes sociales, no nos informaron a nosotros como Junta. Yo no estaba enterado pero llegué a ver que se inauguró, y luego, después de 48 horas, se desmontó todo de nuevo. Nosotros no sabemos cuánto sale, y no se le comunicó a ningún concejal, me sorprendió eso”, indicó el edil de la zona, Raúl Acosta, en una entrevista para el programa Tierra de Nadie, emitido por el canal Gen.
Pobladores exigen a Vázquez explicaciones
Ante la inexistente obra, tanto los familiares de los contagiados por COVID-19 así como la ciudadanía en general exigen explicaciones a Vázquez. Incluso, ya hicieron varias manifestaciones frente al centro hospitalario solicitando que la inexistente obra sea peritada por las instituciones de control.
“Qué voy a hacer, se termina el oxígeno y puede morir mi familiar. No es suficiente el oxígeno del hospital. Me dijeron que los balones de oxígeno están G. 4 millones y yo alquilé un balón de oxígeno por valor de G. 250 mil”, indicó José Luis Pereira, quién demostró preocupación ante la situación.
Mientras, la doctora Tania Samaniego reconoció que pese a la millonaria obra que prometía ser un centro de oxígeno, el hospital trabaja sin los recursos necesarios para asistir a los pacientes ante la letal enfermedad.
Por su parte, la abogada Zulma Portillo mencionó que el intendente debe cumplir con su trabajo y que no intente ver a la población como estúpida. “Que él no nos quiera ver la cara de estúpidos colocando ahí los balones de oxígenos. Nosotros vamos a pedir que se venga a peritar esto”, sostuvo.