Por Sara Ayala
Periodista - La Nación
El candidato de consenso del Partido Liberal Radical Auténtico para la Municipalidad de Asunción, Eduardo Nakayama, confiesa el desafío que generan la elecciones municipales para llegar a los más de 100.000 afilados liberales, que representan un cuarto del padrón electoral de Asunción.
“Llegar a esa cantidad es un desafío, pero estamos trabajando”, sostiene ante una crisis sanitaria que limita las campañas proselitistas para dar a conocer las propuestas al electorado de la capital. Nakayama, candidato del movimiento Renovación Azul, comentó todas las implicancias de su candidatura a intendente a La Nación.
–¿Cómo será hacer campaña en tiempos de pandemia?
–Se va a apelar al nivel de incidencia de los dispositivos móviles como celulares, tabletas y demás. No vamos a poder hacer campaña tradicional, vamos a salir a trabajar a nivel de dirigentes y a juntarnos en cuadrillas, no se pueden hacer grandes aglomeraciones, vamos a apelar a las masificaciones de propuestas por redes sociales.
–¿Qué lo anima a lanzarse para las elecciones municipales?
–Pienso que cualquier persona que aspira alguna vez a dirigir el destino de una ciudad, comunidad o un país tiene que empezar de lo particular a lo general, de lo más pequeño a lo mayor, porque difícilmente uno pueda mañana pretender conseguir administrar un país si no ha conseguido lograr eso con una ciudad.
En ese sentido, si bien yo tengo experiencia en el sector privado más de 20 años trabajando, empezando desde auxiliar, hasta cargos ejecutivos más importantes, creo que en el sector público se puede hacer una gestión importante, rescatando lo mejor de la alta gerencia y aplicarlo dentro de las posibilidades en la gestión pública. Relacionado a la gestión de la Municipalidad de Asunción se torna todavía más difícil y desafiante, porque se la conoce como el cementerio de políticos, donde quien entra ya no sale, o sale muy mal parado.
Es un desafío mayor que se puede revertir con buena gestión, sobre todo si no se llega comprometido con favores políticos de antemano. El hecho de que me haya presentado por mi propio movimiento en todas las elecciones en las que he participado creo que ayuda bastante a los efectos de tener vuelo propio en política, sin dependencia del partido.
–¿Qué opina sobre el intento fallido de suspender las elecciones municipales?
–Lo peor iba ser si se suspendían. La democracia no puede parar, ya se hizo una prórroga el año pasado. No se podía volver a prorrogar, hubiera significado un retraso. El desafío del TSJE es ver métodos alternativos de votación como EEUU. Va a tener que estar en la agenda de discusión. Al migrar al voto electrónico, confías en un sistema alternativo de control electoral. Da pie a un paso más para adecuar a lo que se tenga hoy en día.
–¿Qué se puede hacer para combatir la superpoblación de funcionarios municipales?
–Creo que el tema de la superpoblación de funcionarios es una realidad, no solo de la municipalidad, sino del Estado. Tenemos el caso del comisionado con rubro de la Municipalidad que está asignado en otras instituciones, están los que no van a trabajar y están aquellos que llegan a una etapa de estabilidad y hacen lo que quieren. Y otra cantidad de funcionarios que hacen el trabajo diario. Tenemos que diferenciar entre los tipos de funcionarios y priorizar a los que trabajan en serio, darles herramientas para mejorar su trabajo y así desburocratizar el proceso.
Otro problema es la burocracia que genera el proceso de coima también. A medida que levantamos esos procesos, permitiremos menos corrupción. Dentro del marco de leyes laborales, hay que ir viendo formas de reducir la superpoblación sin que eso comprometa las finanzas del municipio.
–¿Cómo se logra generar mayores recursos para invertirlos?
–Ahí está el problema, nos restringimos al estatus actual, no vemos la solución fuera de la estructura actual, que solo permite que los ingresos sean por tributos, venta de activos o arrendamiento o financiamiento por crédito bancario. Se debe crear otra fuente de financiamiento o ampliar.
Si llegamos a hacer una reestructuración de tasas, al bajar los tributos podemos lograr mayor recaudación. La gente le tiene miedo a bajar los tributos, pero Asunción está muy cara con relación al resto de los municipios. Si reducimos tributos, podemos llegar a ampliar la base tributaria con mayor recaudación.
–Desde la municipalidad, ¿cómo se puede colaborar para combatir la crisis sanitaria?
–El municipio podría colaborar con la Policlínica Municipal, no se puede esperar que todas las UTI en Asunción atiendan a todos, es imposible, pero sí podría ser paliativo como vienen haciendo en Villa Elisa, con una gestión que descomprime el sistema sanitario. La policlínica podía servir a la comunidad si se hubiese preparado una infraestructura. Si Villa Elisa hizo, con muchos menos recursos, no se entiende cómo en Asunción no se encaró.
Dentro del liberalismo protegemos los bienes jurídicos, defendemos la vida, la libertad y la propiedad. Con la crisis sanitaria, donde se pasó el umbral de 100 muertos, debimos priorizar la vida. Debemos tener en cuenta que sin vida no hay libertad ni propiedad; sin embargo, se han priorizado otras cosas, se tienen críticas de cómo se encaró la crisis.
–¿Cómo fue el proceso de consenso para la candidatura única del PLRA?
–Se consensuó, fue un proceso largo y difícil, están en juego demasiados intereses. Pienso que el tema de que se jueguen las internas para elección de cargo a directorios en el mismo día en que se definen las municipales, juega en contra del consenso. Por eso teníamos que estirar el barco a contracorriente, estábamos a favor del consenso cuando había una disputa interna.
Pero hemos conversado con líderes partidarios, con todos los dirigentes de capital y han coincidido en que el mejor escenario para aglutinar y recuperar el municipio asunceno era con el consenso. Pese a las disputas tremendas, lo hemos conseguido.
–¿Esta decisión los fortalece como oposición?
–Si nosotros esperábamos el desenlace de las internas el 20 de junio y salíamos en julio para instalar la candidatura, hubiera sido tarde y en forma desventajosa, el adelantar el consenso juega a favor nuestro.
–La figura de Efraín Alegre, presidente del PLRA, ¿afecta internamente las eleciones?
–Respeto al presidente y a los demás líderes, lo que no quiere decir compartir en todas las circunstancias. Con todos tengo diferencias, pero lo importantes es que las hemos zanjado. Si bien no podemos solucionar el problema interno, hemos logrado superar esa crisis interna y anteponer el interés superior del PLRA.
–¿Se debilita la fuerza de la oposición al no aglutinar a más partidos en el consenso?
–El hecho de que en Paraguay no tengamos balotaje o segunda vuelta ni para cargos de presidente e intendentes exige que la negociación política se haga antes del inicio electoral y no como ocurre en el caso de países que tienen balotaje, donde no hay necesidad de acordar antes, sino después. Entonces se busca el apoyo de distintas fuerzas.
No creo que estemos mal de tiempo. Al contrario, estamos bien, ya que la mayoría de los partidos tienen su interna el 20 de junio. Creo que estamos a tiempo de poder hablar con distintos sectores y buscar acuerdos programáticos, ese acuerdo no puede ser electoralista. Estamos de alguna forma evitando hacer alianzas precipitadas, buscando que las mismas sean programáticas y el día de mañana sean ejecutables.