El dirigente liberal Carlos Mateo Balmelli, director de la Itaipú Binacional en el periodo 2008-2010, manifestó que la utilización de los fondos sociales de las binacionales para enfrentar la crisis sanitaria por el COVID-19 es totalmente legítima y legal. Agregó que el paso correcto para disponer de los mismos tendrá que ser vía transferencia presupuestaria, de acuerdo a su experiencia, con el fin de superar el filtro constitucional.
“Cuando fui director de Itaipú, transferí todos los fondos sociales, por ejemplo a la Ande, para fortalecer la distribución de la energía eléctrica. La corrupción, el gasto excesivo de Itaipú cuando yo asumí la responsabilidad era pornográfico, obsceno, una vergüenza las cosas que se hacían. Entonces empezamos a cortar. Ahí hicimos ampliaciones presupuestarias y las transferimos a los ministerios, pero no eran de los fondos sociales, eran de la racionalización de los gastos administrativos”, dijo.
Agregó que los fondos sociales deben ser transferidos a la cartera sanitaria a través de ampliaciones presupuestarias, es decir que el ministerio pueda presentar a cada binacional su presupuesto.
“Transferir los fondos sociales es totalmente legítimo y legal. Desde mi punto de vista, para que supere el filtro constitucional es vía ampliación presupuestaria. Cada ministerio presenta a la entidad un presupuesto, entonces la entidad le transfiere directamente. El dinero de Itaipú es la caja chica y muchos dicen es mejor tener ese dinero para gastar directamente”, sostuvo.
Arrogancia y pedantería de Arnoldo Wiens
Por otra parte, apuntó contra el gobierno de Mario Abdo Benítez, que utilizó los fondos de las entidades para impulsar obras en plena crisis sanitaria y no dar las prioridades a aquellas infraestructuras que generen impactos.
“Nosotros vimos la pedantería, la arbitrariedad, la arrogancia del ministro Arnoldo Wiens. Nosotros decíamos que paren las obras públicas y que se realicen las que son prioritarias, ya que está el gasto sanitario y no se puede desequilibrar el gasto de la nación para que Wiens quiera hacer política haciendo obras bajo la lógica dictatorial que obras son amores. Eso fue una estafa a un pueblo que se muere por COVID”, sentenció.
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“No hubo una sola política de prevención”
Agregó que el gobierno de Abdo Benítez desde un principio fue “un rotundo fracaso y eso está siendo costoso”. Balmelli señaló que la estrategia que fue impulsada por el Gobierno consistió en un “terrorismo psicológico” que dejará a la larga secuelas y patologías psicológicas.
“Se nos dijo que harán la tarea de fortalecer el sistema sanitario paraguayo y se sabía que la pandemia se radicalizaría en el 2021, no en el 2020, porque tiene que ver con una cuestión de contagio. El Gobierno el pasado año nos decía en marzo que en abril iban a morir 15.000 paraguayos, anunciaban esa posibilidad. Hoy están muriendo paraguayos que no tienen la asistencia médica, que no tienen los medicamentos. No hubo una sola política de prevención, no tenemos las vacunas, somos el país que menos ha vacunado”, refirió.
Señaló además que Abdo Benítez desconoce en qué país está viviendo al mencionar que Paraguay fue el país que menos cayó económicamente.
“¿Qué responsabilidad tiene la gente de que el Gobierno se haya adherido a un sistema de compra de vacunas que está significando un fraude, una estafa, esa fue una decisión no de Escoto, que cobra un 6% por cada vacuna que venda, sino del ministro de Salud, del presidente de la República, de Julio Rolón, de Carlos Portillo y de Guillermo Sequera. Ellos fueron quienes decidieron por qué medio adquirir las vacunas”, puntualizó el liberal.
“Quisieron aprovechar la coyuntura de la pandemia”
Las declaraciones de Balmelli surgieron durante una entrevista en el programa “Fuego cruzado”, emitido por el canal GEN. El político comentó que tanto Abdo como el ahora exministro de Salud Julio Mazzoleni quisieron aprovecharse de la coyuntura de la pandemia para posicionar de vuelta al Gobierno tras el conflicto generado por la denominada “acta entreguista” de Itaipú, que motivó el pedido de un juicio político contra las máximas autoridades del Ejecutivo.
“El pecado original de Abdo Benítez y Mazzoleni es que venían desgastados por la crisis de Itaipú, estuvieron al borde del juicio político. Quisieron aprovechar la coyuntura de la pandemia y no se dieron cuenta de que es un problema que dura años para sacar provecho político y reposicionar al Gobierno en un ambiente en el que la gente estaba aterrorizada”, indicó.
El liberal calificó a Mazzoleni como un “impresentable” y a Abdo Benítez como un “ignorante”, ya que no fueron capaces de convocar a los mejores profesionales de Paraguay para elaborar estrategias.
“No tuvieron la grandeza, la generosidad, el alma humana de encontrarse ante una pandemia que es un problema universal y convocar a la mejor gente de Paraguay, a los médicos infectólogos, a exministros de Salud, matemáticos, ya que se tiene que ver el número de contagios cómo evolucionará para saber cuánta gente se infectará, en cuánto tiempo y cuántos morirán. Entonces esto permite planificar y anticipar las necesidades”, manifestó.