Mario Abdo, tras dar negativo al test de COVID-19, retomó sus habituales jornadas de gobierno, esta vez en el acto de entrega simbólica de títulos de propiedad a familias beneficiadas de la Reforma Agraria a través del Indert, en Colonia San Juan, distrito Francisco Caballero Álvarez, ex Puente Kyha, departamento de Canindeyú. El presidente lamentó los números de muerte por el coronavirus.
Abdo agradeció a los legisladores por haber recordado su posición y del Gobierno Nacional de que todos los fondos de ambas binacionales están al servicio de la Salud Pública. Esto específicamente tras la sanción de ayer del Congreso de un proyecto de ley sobre los fondos socio-ambientales de las hidroeléctricas. Sin embargo, inmediatamente dijo que no es un problema de dinero.
“Muchas veces no es fácil decir, pero esto no es un problema de fondo. Acá hay que mejorar la gestión, la logística y los insumos importados. Se está trabajando para poder tener mayor atención a través del Pytyvõ (Medicamentos), que se ha sido promulgado a través del Congreso Nacional”, informó el presidente. Dijo que están trabajando para que a nadie le falte medicamentos.
“El título de propiedad es dignidad”
“El título de propiedad es dignidad”, indicó el mandatario y dijo que ahora estos campesinos pueden acceder a créditos y de esta manera entrar a la formalidad; tener una garantía para poder trabajar sin zozobra y la incertidumbre. Indicó que la expropiación de 11.000 hectáreas que se hizo hace 30 años en Mandu’ara, hoy tienen sus primeros títulos.
“La gran intención del gobierno nacional es gestionar títulos de propiedad para aquellos hombres y mujeres que por años tienen una lucha por algo tan noble, que es una obligación del Estado paraguayo el de darle el título de propiedad para que puedan trabajar”, expresó el presidente Abdo y aclaró que si bien entregan 5 títulos de propiedad, en la primera etapa se entregan 274 títulos de los 1.500 previstos.
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“Nos duele en el alma”
“Nos duele en el alma ver esos números porque no son números, son padres, son madres, son hermanos de de fallecidos todos los días que rompen el corazon de una familia. Es lo que tenemos que enfrentar y tenemos que hacerlo juntos”, sostuvo el mandatario acerca de los los últimos números de deceso que casi alcanzan la centena por día.
Este miércoles pasado, el informe diario de COVID-19 proveído por el Ministerio de Salud reportó el terrible récord de 91 fallecidos; tan solo siete días después de la marca anterior, de 89 víctimas. Con 1.355 decesos a la fecha, abril es el mes más mortífero de la pandemia, superando a marzo pasado, cuando se registraron 1.025 víctimas a causa del virus. Tan solo en la semana precedente (15-21 de abril) suman 521 fallecidos, más que la cifra del incendio de Ycuá Bolaños.