Las medidas sanitarias que se establecieron para la Semana Santa tuvieron muy bajo nivel de acatamiento para las autoridades sanitarias. Mientras la situación se vuelve desesperante en los centros hospitalarios del país, según el ministro de Salud, Julio Borba.

“Estoy un poco apenado porque no veo mucho acatamiento en las nuevas restricciones. Parece que no terminamos de darnos cuenta de la realidad”, expresó el ministro en una entrevista con canal Trece. Se analizarán los números positivos desde el lunes para ver la repercusión de Semana Santa.

“Vacunarnos no significa que terminó”

Borba mencionó que el escenario podría describirse como una especie de meseta, pero con números bastante elevados en positivos y en fallecimientos. A partir de ahora se espera que bajen, pero en total dependencia del acatamiento de las medidas de distanciamiento social.

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Con cada bajada en los casos se da el relajamiento de la ciudadanía para que nuevamente se dé un aumento elevado, sostuvo, igualmente recordó que “la vacuna es un elemento más en la lucha contra esto, no es la solución final. El hecho de vacunarnos no significa que terminó, que puedo sacarme el tapabocas y mucho menos aglomerarme”, añadió.

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Tiempo de crisis, medidas de crisis

Borba consideró que “estamos en el peor momento y no sabemos hasta cuánto tiempo puede continuar”, por lo que van a seguir suspendidas las cirugías programadas teniendo en cuenta la ocupación de las camas, los medicamentos y el personal de blanco que se destina para las mismas. Así también, se estarán utilizando espacios en hospitales públicos que eran destinados para otras áreas, “en tiempo de crisis, medidas de crisis”, resaltó.

Pese a que se cuenta con los recursos para seguir ampliando los centros médicos, hoy en día el inconveniente gira en torno al número limitado de personal de blanco capacitado para las terapias intensivas.

Pabellones de contingencia

Se dio un aumento en el número de camas en los últimos días, pero entre el Jueves y Viernes Santo se han internado 160 nuevos pacientes con formas graves de COVID-19, de los cuales 93 esperan por terapia intensiva y otras 80 personas aguardan camas. También se tiene prevista la construcción de siete nuevos pabellones de contingencia.

La cantidad de personas que aguardan ser atendidas en los hospitales por esta afección es inmensa, pese a eso no se vive un “colapso sanitario” aún, teniendo en cuenta que los pacientes reciben la atención médica. Finalmente, el secretario de Estado expresó su deseo ante la saturación en el sistema, “yo quiero confiar en la gente, que llegue el mensaje y que entiendan lo que está sucediendo. Que se queden hoy en su casa, en honor a los médicos y enfermeros que no pueden hacerlo”.

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