El abogado constitucionalista y exsenador, Marcelo Duarte, rescató el imaginario que se está creando en base a la posibilidad de que si se destituyen al presidente de la República y Vicepresidente y se convoque a elecciones. “No es así, la Constitución no tiene una laguna, pueden estar en desacuerdo pero no porque no me gusta, va pasar por alto”, sostuvo en entrevista con el canal GEN.

“Nadie tiene sinceridad y honradez política para decir que, lo que se pide es comprensible, pero no es constitucionalmente posible. Nos hubiera encantado”, expresó ante la posición del sector de izquierda de elegir a nuevos representantes del Poder Ejecutivo.

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Aclaró que las reglas están claras en la Carta Magna desde 1992 y que no se pueden cambiar simplemente porque no le guste, pese a que reconoce que el gobierno actual está aplazado desde hace años por mala gestión. “La cadena de sustitución está establecida siendo el vicepresidente el segundo en el mando, luego el presidente del Senado, Diputados y el de la Corte Suprema de Justicia”, explicó.

“Hay que aclarar a los que ocupan un cargo de representación política, a los que están en las manifestaciones ciudadanas comunes, que las reglas están en la Constitución desde el 92. Cuando elegimos a estas personas y las anteriores ya sabíamos cuál son las reglas, si algo no nos gusta, se debe pensar en una Constituyente. Nadie puede plaguearse porque el arco es rectangular, si siempre fue así”, refutó el profesional del derecho.

Explicó que se debe de entender que la presidencia no puede estar acéfala y por eso que no se prevé elecciones para ese cargo, pero sí para el vicepresidente, siempre que eso se de en un plazo de 3 años. “La posibilidad de elegir un nuevo vicepresidente existe hasta los 3 años. Hay que hacer todo antes del 15 de agosto, si eso no ocurre, el que ocupe la vicepresidencia, el Congreso lo va a elegir”, sostuvo.

Figura constitucional desvirtuada

La figura del juicio político corre el riesgo de ser desvirtuada con las actuaciones políticas, porque “siempre habrá una influencia y no es exclusivo en Paraguay, pero cuando esa contaminación excede lo racional se entra en terreno peligroso”, indicó Duarte.

Atendiendo de que hay veces que se tiene que conversar cuestiones políticas relacionadas al juicio político, “empiezan los condicionamientos, los que desvirtúan la figura”, expresó. Incluso, criticó que haya gente que no está a la altura, “podes cambiar la figura, pero el mal es endémico, la política está demasiado contaminada”, sentenció.

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