El exministro de Hacienda Santiago Peña opinó sobre las consecuencias que se dan a causa de la situación social que vive el país como la imagen para inversionistas y el riesgo de inversión que se transmite. Un juicio político no amerita dentro del escenario mundial.
“No amerita la terminación de un gobierno democráticamente electo, creo que el juicio político o la remoción es la última instancia”, sostuvo el ex precandidato presidencial por la Asociación Nacional Republicana a la 1080 AM. Incluso dijo que no observa los hechos como una conveniencia política para adherirse al enojo ciudadano y sacar créditos políticos.
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Apuntó a la necesidad de llegar a la serenidad porque la situación de crisis que se genera con las manifestaciones y todos los eventos políticos hacen muchísimo daño al país. “Más allá de peleas coyunturales, esta manifestación y malestar trasciende fronteras, la prensa internacional se hace eco”, describió Peña.
Aunque Paraguay no figure en la agenda mundial en el día a día, al trascender estas noticias tiene consecuencias en las decisiones de inversionistas y la percepción de riesgo del país, explicó.
“Le perjudica a un Paraguay que tiene necesidad de desarrollarse, yo tengo la tentación de mirar el aspecto económico y social, pero el político es el que condiciona el desarrollo”, alegó el exministro.
Debilidades de gestión
El hartazgo ciudadano que se ve reflejado en las calles con las movilizaciones son reacciones a un gobierno que desde el principio generó incertidumbre y desconfianza. Peña lo describió como “consecuencia de medidas y acciones que se fueron tomando en los últimos 31 meses, no es un hecho espontáneo de la noche a la mañana”.
Con los varios análisis que se dan a la gestión de Mario Abdo Benítez al frente de la República, las debilidades, los problemas en la gestión y las personas con historial de corrupción en su entorno, se sumaron a una serie de cosas que ya había anticipado, concluyó Peña.
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