Con pañuelos blancos los agentes policiales pidieron a los manifestantes localizados en las inmediaciones del Congreso Nacional dar fin a los enfrentamientos y retornar a la calma. En algunos sectores del microcentro el ambiente volvió a la tranquilidad, pero los protestantes continúan en el sitio.

El hecho realizado por los agentes fue considerado por varios ciudadanos y autoridades políticas como un hecho histórico, ya que hasta ahora se desconoce si fue tras una indicación por parte de las autoridades encargadas de la seguridad interna del país, ya sea el ministro del Interior, Arnaldo Giuzzio, o el comandante de la Policía Nacional, Francisco Resquín, o el hecho de bajar los brazos fue por iniciativa propia.

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Ahora, la estrategia de los efectivos policiales se centra específicamente en poder mantener la tranquilidad tras verse sobrepasados por los protestantes que alegaron que los incidentes se registraron debido a que la Policía se quedó sin municiones para tratar de retener la ola de violencia que acaparó la capital del país.

Los manifestantes exigen ahora frente a la Comandancia Nacional dar los nombres de las autoridades que dieron la orden de reprimir a los ciudadanos, a la par de solicitar que el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, dé la cara.

“Ya está habilitado para avanzar hacia el Congreso, el comandante ya dio la orden, el lugar de manifestación está habilitado, es frente a la sede del Legislativo. No tenemos aún el reporte de cuántos oficiales fueron heridos”, dijo el comisario Édgar Núñez, mediante una entrevista con el canal GEN.

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