La producción de la vacuna Sputnik V está en la mira ante el compromiso asumido por Rusia con más de 50 países desde Asia y América Latina. En un artículo de Infobae, se expone como The New York Times explica la posición asumida por la política exterior de Rusia que pone en duda la capacidad de producir la cantidad de vacunas con la que se comprometieron.

El Kremlin resalta por el triunfo diplomático conseguido por la vacuna para el COVID-19. Paraguay también se anota entre los países que serán beneficiados, incluso en la última semana el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, comunicó sobre las conversaciones que se dieron con su par de Rusia, Vladimir Putin. Se aguarda la llegada de 1 millón de vacunas, de las cuales ya se entregaron 4.000 dosis al país.

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El pedido de dosis de vacuna superan los 1.200 millones, dando mayor relevancia a la imagen de Rusia dentro del mundo científico. Ahora se pone en el ojo de la tormenta el retraso en la producción, generando así dudas sobre la exportación de las mismas más de las que realmente puede suministrar.

En Rusia se desconoce el número real de las dosis que se producen, lo que es considerado como secreto de Estado según Dmitri Kulish, profesor del Instituto Skoltovo de Ciencia y Tecnología de Moscú. Pero la comercialización mundial ante la eficacia de la vacuna va en auge.

No obstante, la preocupación yace en que hasta ahora solo 2,2 millones de rusos han recibido la primera dosis de la vacuna que son dos inyecciones, representando menos del 2% de la población, mientras que en los EEUU ya se logró inmunizar a más de 40,3 millones que serían el 12%.

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Retraso en producción

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en una conferencia de prensa el miércoles cuestionaba la situación: “seguimos preguntándonos por qué Rusia ofrece, teóricamente, millones y millones de dosis mientras no avanza lo suficiente en la vacunación de su propio pueblo”, dijo.

La producción retrasada se debe a que varios fabricantes estaban a la espera de piezas críticas de equipamiento fabricados en China, lo que se escaseó durante la pandemia, según el profesor Kulish, que sería consultor de empresas farmacéuticas. “Desgraciadamente Rusia no produce ningún equipo biotecnológico”, expresó ante la proyección de aumentar la producción.

Por otra parte también juegan en contra los contratos onerosos con los que se pierde dinero con la producción. La compañía Biocad, recibió un contrato en septiembre cuando en febrero llegó a solo 1,8 millones del conjunto de las dos dosis necesaria, pero lejos de los cientos de millones de dosis que se prometieron para los extranjeros.

Legisladores en alerta

Para el diputado de Patria Querida, Sebastián García, “era de suponer que iba ser difícil satisfacer la demanda mundial de vacunas, tanto a la rusa como para todos los laboratorios”.

De igual forma, recalcó que “somos víctimas de una absurda imprevisibilidad, lastimosamente entramos tarde en la conversación de las vacunas en un contexto de desconfianza hacia las autoridades sanitarias”, añadió. Sostuvo que se debe alentar a cuidarse y tomar las medidas de precaución dentro de las dificultades y las limitaciones existentes, porque no se sabe a ciencia cierta cuándo llegarán las vacunas.

El diputado recuerda que la falta de previsibilidad también puso en aprietos al gobierno para negociar las vacunas. Foto: Archivo

El senador Patrick Kemper también reconoce que es una posibilidad que las vacunas no lleguen en el tiempo establecido y es una realidad que es posible que no haya capacidad de abastecer todas las demandas porque todo el mundo está necesitando. “Sería una metida de pata si acordaron y no fue así porque la expectativa es muy grande”, indicó.

Ante este escenario, dijo que hay que darle las herramientas a los privados para también adquirir las vacunas ya aprobadas, “para que en el menor tiempo podamos también volver a la normalidad”, fue la recomendación del legislador de Hagamos.

Por su parte, el senador Fernando Silva Facetti reconoce que “todos los productores están trabajando al límite, porque obviamente hay 7 mil millones de habitantes en el mundo y todos los gobiernos quieren vacunar”.

Aunque no duda de que se cumpla con lo establecido, asegura que será gradualmente. “No van llegar todas las cargas juntas, si no de a poco”, destacó. Entonces, espera que el gobierno no apueste a solo un laboratorio.

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