El infectólogo Tomás Mateo Balmelli cuestionó el mecanismo de confidencialidad que es empleado por el Ministerio de Salud Pública, liderado por Julio Mazzoleni, en cuanto a la adquisición y la llegada de las vacunas contra el mortal virus del COVID-19. Ante el inicio de la etapa escolar para el periodo 2021, el profesional de blanco manifestó que hay que darle confianza a los niños debido a que ellos cumplen instrucciones argumentando que un menor puede ser infectado por el virus, pero no ser afectado de forma severa, resumiendo que el problema básicamente es comunicacional.

Realizando una evaluación general de las condiciones sanitarias en las instituciones educativas del sector público, señaló que existen unas 3.000 escuelas que reúnen las condiciones desde el punto de vista sanitario para el retorno a clases presenciales, de las 8.500 que existen actualmente. Es decir, unas 5.500 escuelas y colegios públicos presentan alguna deficiencia.

Mencionó que si se extrapola el riesgo de inicio escolar a las recomendaciones del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Atlanta (EEUU), referente importante de la medicina a nivel mundial, que tiene varios ítems para la categorización del riesgos, existen 2 puntos que son importantes, uno el porcentaje de los casos positivos testeados a diario.

“Se habla de muy alto riesgo, cuando se habla por encima del 20%, de muy bajo riesgo cuando estamos por debajo del 13%. Primer punto en contra estamos por encima de los 20%, en un canal amesetado. El segundo ítem importante es el número de infectados en los últimos 14 días. Por encima de 200 personas por cada 100 mil habitantes es muy alto riesgo; por debajo de 50 personas, es riesgo moderado. Nosotros en este caso estamos en la columna del medio, no estamos ni muy alto ni muy moderado, estamos en la línea del medio”, puntualizó.

Luego, existen otros ítems secundarios, que dependen de la educación y comunicación de las instituciones y de las condiciones si se adaptan a las medidas sanitarias. Indicó que Paraguay tendría que hacer una regla general, pero con particularidades de las regiones, en cuanto a las medidas sanitarias a tomar con miras al reinicio de las clases. Indicó que si hay alguna región del país donde el porcentaje de prevalencia de circulación comunitaria es baja, donde hay capacidad de respuesta sanitaria, con camas disponibles, eso entra en las evaluaciones del centro de control de Atlanta, que cualquier ciudadano puede entrar a ver en internet, y se van ajustando a la realidad de cada lugar.

Susceptibilidad de menores

El médico señaló que el niño o la niña no es el problema en la pandemia. Indicó que el niño por muchas cuestiones fisiológicas, fisiopatológicas e inmunológicas puede ser infectado por el virus, pero no afectado en forma severa. “Tiene un número menor de receptores, tiene una inmunidad natural mucho más fortalecida que un adulto mayor o anciano. Los menores son inmunizados en forma frecuente hasta los 6 años, lo que hace que su sistema inmune tenga un ejercicio continuo, que lo fortalece, y se ha visto que la posibilidad de transmisión del virus del niño al adulto es mucho más baja que de un adulto a otro adulto”, explicó.

Indicó que el problema principal es comunicacional, atendiendo a que los menores de edad son fáciles de manejar desde el punto de vista disciplinario. “Hace poco fui a un centro comercial y vi a un niño lavarse las manos como si fuera que iba a entrar a un quirófano, se tardó como un minuto, hizo un correcto lavado de manos, de las palmas, del dorso de la mano, los espacios interdigitales, del pulgar; tanto me llamó la atención que le pregunté quién le enseñó a lavarse las manos y me dijo que su padre. Esto significa que hay que darle confianza a los niños, porque cumplen instrucciones. El problema está en los adultos, adultos mayores, y en nosotros que somos más testarudos en cumplir las medidas sanitarias”, enfatizó.

En un Estado serio, donde la ciudadanía hizo sacrificios sociales y económicos, además de que hubo un apoyo incondicional al inicio de la pandemia, no debería haber problemas. El Estado debe estar presente. Cuestionó a las autoridades de Educación, que en un año no pudieron brindar baños modernos a instituciones educativas, que hasta antes de la pandemia estaban funcionando con letrinas. “Estas 71 escuelas están excluidas del sistema educativo por no reunir criterios básicos, no tienen agua potable. Nos dicen que es difícil coordinar con la Essap, Obras Públicas, con la Secretaría del Ambiente y Emergencia Nacional. Pero entonces por qué no hablan con el intendente que tiene fondos del Fonacide, que mejoren sus escuelas no por la pandemia, sino por el futuro del país”, cuestionó.

Potencial de contagios en el hogar

El especialista señaló que la conformación de las familias paraguayas es diferente a las del primer mundo, donde en una misma vivienda conviven niños, padres y los adultos mayores, que son los abuelos. Por tanto, la educación y protocolos deben iniciarse desde la salida del niño de la casa para ir a la escuela hasta su retorno al hogar. “Eso quiere decir que el niño debe ser aseado antes de ingresar al hogar si nosotros nos ceñimos a los protocolos sanitarios. Lo ideal sería que una vez que vuelvan del colegio, su ropa sea lavada en forma diferenciada, tomen una ducha, con agua y jabón, y luego se integren al núcleo familiar”, precisó.

Riesgo moderado

El especialista señaló que el país está en un riesgo moderado y va a depender mucho del comportamiento de las autoridades que tengan que estar supervisando el cumplimiento de las medidas sanitarias, de los padres, niños y docentes. “Poniendo toda la voluntad del mundo para que esto salga adelante. Si ponemos entre los indicadores el inicio escolar, la inmunización masiva y conseguir una inmunidad de rebaño, vamos a comenzar el colegio en el 2023”, sostuvo.

Programa "Fuego Cruzado". Foto: Pánfilo Leguizamón.

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“Todos son chismes de pasillo”

Por otra parte, mencionó que la adquisición de las vacunas contra el mortal virus está en la “incertidumbre”, teniendo en cuenta que la población desconoce las informaciones respecto al proceso. Refirió que el Paraguay necesita contar por lo menos con el 70% de inmunizados para poder hablar de una inmunidad de rebaño.

“Todo es incertidumbre por la confidencialidad que las empresas desarrolladoras tienen con los diferentes estados, nosotros desconocemos realmente cuándo, cuánto y cómo y qué vacunas llegarán acá. Todos son chismes de pasillo que las un millón de dosis, las 300 mil dosis de AstraZeneca a través del Covax, todas son especulaciones, hasta que las vacunas no estén acá y de los almacenes se distribuyan y se pongan en actividad los 63 centros de vacunación”, refirió.

Agregó que si el proceso de vacunación llegase a iniciarse en el mes de marzo, el primer individuo inmunizado recién logrará tener protección a finales del mes de abril. Afirmó que la ciudadanía debe ser consciente de que las vacunas estarán llegando en pequeñas cantidades. “Si nosotros comenzamos en el día cero del mes de marzo, el primer individuo inmunizado recién tendrá protección a fines de abril. Las vacunas no llegarán masivamente, llegarán en pequeños bolsones de vacunas que serán aplicadas bien diferenciadas de acuerdo al grupo epidemiológico de mayor riesgo. Si se espera comenzar el colegio una vez que se consiga la inmunidad de rebaño, por lo menos el 70% de la comunidad debe estar inmunizado, de lo contrario hablemos de otra cosa, de iniciar el colegio en el 2023″, mencionó.

Programa "Fuego Cruzado". Foto: Pánfilo Leguizamón.

Recalcó que para la inmunidad de rebaño es necesario contar con el 70% de la población vacunada cuestionando también las tardías negociaciones que se realizaron entre el Estado y las desarrolladoras de vacunas.

“Supuestamente vendrán un millón de dosis de las Sputnik, el registro sanitario de dicha vacuna tardó tres meses en hacerse. El Fondo de Inversión Rusa, a través de la Embajada de Rusia en el Paraguay, en diciembre mete los registros de autorización de su comercialización en Paraguay. Por cuestiones burocráticas, no se le daba la autorización, me parece que se le dio hace unos días atrás. Qué significa eso: que las negociaciones no a través del Covax, sino del Estado paraguayo directamente con las desarrolladoras, comenzaron tardíamente. Hoy sabemos que la demanda es mucho mayor que la oferta. Ni ellos saben cuándo llegarán las vacunas. Nosotros necesitamos 6 millones de dosis, no 300 mil dosis, necesitamos tener una inmunidad por lo menos del 70% de la población, que es mínima para el COVID para hablar de inmunidad comunitaria”, sentenció.

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