Las primeras declaraciones del vilipendiado Juan Ernesto Villamayor, tras el altercado en el escrache del sábado pasado por la noche con Darío Giménez, fueron de victimización y eludió mencionar las declaraciones soeces que enfurecieron aún más a los ciudadanos presentes y llevaron a la presión. Contrariamente a lo señalado por el jefe de Gabinete de la Presidencia, Giménez es colorado, pero no representa a ningún sector.
“Este hecho no se inscribe dentro del hastío ciudadano, este es un hecho de violencia”, dijo Villamayor y añadió que “han ido surgiendo en las redes los vínculos de toda esta gente con un sector interno del Partido Colorado y eso explica el hecho”, sostuvo Villamayor en contacto con la 780 AM. Con esto pretende instalar el mensaje que resulta ser un hecho aislado y así menospreciar hastío de la gente.
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“Esta gente cree que tenemos una neurona”
Darío Giménez, por su parte, a través de la misma emisora refutó todas las declaraciones dadas dadas por Villamayor: “Esta gente piensa que tenemos una neurona, se burlan del pueblo, hacen lo que quieren. Necesitamos políticos que estén a la altura de los paraguayos. Estamos cansados, ya ovalema”. Reclamó que el jefe de Gabinete del Presidente se mofe de la gente.
Previamente Villamayor, en su estrategia de difuminar la presión mediática, expresó: “Yo no dije que sea plan, viene de un lugar común. No voy a demandar, no voy a hacer drama sobre esto, porque entiendo que hay legitimidad en el hastío ciudadano”. En relación a esto, Giménez fue categórico: “Yo soy colorado, pero nunca tuve ningún movimiento político. Nosotros venimos del trabajo, nunca tuvimos cargos políticos”.
Villamayor se escuda en la misoginia
En la dialéctica del jefe de Gabinete surgió escudarse en una supuesta misoginia contra su esposa, la señora Florentín. “Yo me ratifico, la actitud de la agresión sobre todo a las mujeres, muestra la misoginia y la miserabilidad en que se mueven determinados sectores lamentablemente”, dijo Villamayor. Sin embargo, el hecho no caracterizaría como tal, ya que la aversión es hacia los hechos de corrupción y las personas que las realizan.
El escrachador Giménez por su parte desbarató el argumento de Villamayor: “El disparador fue cuando se le para a mi señora, yo estaba afuera, ahí entro corriendo y le digo: ‘Andate’. En ese momento, él me juega un derechazo, entonces ahí bajo mi vasito y le meto un apysarapo”. Finalmente, expresó: “Somos pro Paraguay. Al que hace bien los deberes lo aplaudimos y al que hace mal, lo vamos a escrachar. Nunca va haber paz en el Paraguay si no hay justicia”.