El exintendente de Asunción Mario Ferreiro se catalogó como el salvador de Asunción con su renuncia e ignoró el sistema de recaudación paralela que se creó en la municipalidad durante su gestión.
“Opté por renunciar y mucha gente dijo que fue un acto de debilidad, pero creo que le salvé a Asunción de una situación de crisis interminable que iba a ser muy perjudicial para la ciudad. Tuve que hacerlo, me dolió, no fue fácil, para mí es un fracaso”, aseguró en comunicación con la 1020 AM.
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En ese sentido, reconoce que no logró hacer cambios relevantes. “En esos cuatros años que estuve dimos toda la batalla posible, encontré diversas dificultades, la política real es distinta a la que uno imagina, siempre supera la realidad de la ficción”, aseguró.
Además, Aprovechó para victimizarse ante la incapacidad de su gestión. “Fui preso de lo que siempre pasa en Paraguay. Si no tenés la mayoría apropiada, siempre pende de un hilo la gobernabilidad de cualquier proyecto de tercer espacio”, señaló.
El tercer espacio sin una mayoría lo obligaba a una negociación casi semanal, según Ferreiro. “No puedo quejarme. Durante cuatro años pude mantener ese equilibrio hasta que se produce el incidente y esta denuncia en la que me amenazan con una intervención y ahí fue una cuestión de contar votos nuevamente, no tenía, los busqué toda la noche, no encontré eco en Patria Querida ni Encuentro Nacional, ellos entendieron que mi suerte estaba echada”, contó.
Finalmente, no se arrepiente de haberse involucrado en la política. “Nunca está mal tratar de modificar las cosas desde adentro, al ser comunicadores vimos desde muy cerca todos los problemas, pero no pudimos modificar nada. Sos un crítico o un comentarista, pero nunca un actor principal para cualquier proceso de cambio”, expresó.
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