Si bien los deslices en la tarea cotidiana son habituales en las personas, el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, cometió uno el día de hoy que causó indignación por el tipo de respuesta que dio al pedido de medicamentos hecho por un familiar de un paciente que se encuentra internado por COVID-19. “Moõ piko che aikuaapáta, yo no soy médico”, dijo el presidente cuando los periodistas le plantearon el tema ya que estaban inaugurando obras en Villarrica en compañía del ministro de Salud, Julio Mazzoleni.
Irónicamente esto sucedió durante la inauguración de mejoras de infraestructura y equipamiento en el Parque Sanitario de la IV Región Sanitaria de Villarrica. El mandatario se encontraba presente en el predio cuando un taxista villariqueño suplicaba ayuda para conseguir los medicamentos a su hermano internado en el Hospital Regional. “Mi hermano está por morir”, rogaba mientras sostenía una caja con medicamentos que suministran a su hermano.
Es entendible que el presidente no esté al tanto de las cuestiones médicas y farmacológicas de cada uno de los pacientes, pero lo que se hubiese esperado de un mandatario es que dijese que existe una Dirección de Acción Social del hospital y que ordene al ministro que el pedido de medicamentos sea costeado y ante la falta de fondos estos sean diligenciados, pero esto no sucedió.
En ese sentido, hay que señalar también que familiares de pacientes internados debido al nuevo coronavirus en el Ineram y el Hospital Nacional de Itauguá sostienen que no hay medicamentos básicos en los centros asistenciales y deben gastar entre 2 y 3 millones de guaraníes por día para la compra de insumos.
Cambió de discurso
Tras retirarse raudamente del local para continuar mecánicamente su jornada de gobierno, minutos después, en Troche, hizo uso de la palabra y dio un discurso totalmente contradictorio a lo que acababa de acontecer en el acto realizado en Villarrica mientras el pariente del internado suplicaba medicamentos. Abdo Benítez dijo: “Esto es Estado presente, el Estado al servicio del ser humano” y continuó “el centro del mundo es el ser humano y no el capital, no se mira lo que impacta en la gente”.
“Los muertos en las calles caminando”
Otro de los deslices más recordados y con mayor trascendencia fue cuando el presidente hizo alusión a los zombies o una clase de muertos vivientes. Desde Corateí, en Ñeembucú, dijo en su discurso: “(...) esa vivencia trágica de ver a los muertos en las calles caminando o con los hospitales saturados”. Esto puede considerarse un desliz, de todas formas, dejó anonadadas a muchas personas al escuchar al propio presidente de la República hablar de zombies en plena pandemia de coronavirus.
“Yo hace mucho que no leo nada, por salud mental”
Un desliz reciente fue en Luque cuando dijo que solo lee la biblia al despertarse y que por salud mental ya no leía las noticias. Claramente esto habrá influenciado para que el jefe de Estado no esté al tanto de las falencias del sistema sanitario. “Yo hace mucho no leo nada, por salud mental. Me levanto y leo la biblia” y añadió en ese momento “yo todos los días me equivoco, yo no sé quién todos los días no se equivoca. Todos seguro nos habremos equivocado”.
“¿Me vas a echar? ¡Qué miedo!”
Otro célebre, pero lamentable desliz fue en Ciudad del Este en el 2019 cuando respondió irónicamente a una concejal de Presidente Franco, ante el reclamo de la situación del Hospital Regional de Ciudad del Este. La edil Bartola Fernández le advirtió al mandatario que si el se divorcia de las necesidades del pueblo, no cumplirá con los 5 años de su gobierno. A lo que Abdo Benítez respondió: “¿Me vas a echar? ¡Qué miedo!”. Posteriormente le agradeció por el reclamo.
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