La decisión del presidente de la República, Mario Abdo Benítez, de realizar cambios en su gabinete, como el de Euclides Acevedo, quien pasa del Ministerio del Interior a la Cancillería Nacional, fue catalogada por Acevedo como un cambio de estrategia. Uno de los desafíos que se tiene en puertas es la renegociación del Anexo C del Tratado de Itaipú.
“Uno es explorado previamente, está expuesto y debe ser examinado en lo que hace o podría, si hay enroques es porque hay cambio de estrategia”, expresó el nuevo ministro de Relaciones Exteriores en contacto con Universo 970 AM.
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Negó que el cambio se haya dado por una enemistad con el Comandante de la Policía Nacional, Francisco Resquín, e incluso ironizó sobre esa teoría. “Imagínense si yo me peleo con el comandante y me van a premiar con la Cancillería, me parece un despropósito, no es así”, añadió.
Igualmente, reiteró que responde a un objetivo estratégico que el presidente estará explicando. A partir de ahora manifestó que estará trabajando con base en una hoja de ruta con el anterior canciller, Federico González, quien asumirá la dirección de Itaipú.
“Tengo el compromiso de seguir trabajando con el futuro ministro del Interior, Arnaldo Giuzzio, es un equipo, no es que cada uno hace lo que quiere”, dijo.
Balance de gestión
Ante su repentina salida de la cartera del Interior, dijo estar agradecido de tener oportunidad de ser servidor público. “Estoy contento con mi gestión, pero no estoy satisfecho, me voy con frustraciones porque tengo entendido que ha sido un trabajo inconcluso”, comentó.
Agregó que su objetivo no concluyó aún. “No he obtenido la aprobación de la nueva ley orgánica de la Policía, que permita tener un sustento jurídico del comportamiento policial de cercanía de trabajo con la gente y servicio a la comunidad y buen relacionamiento con todas las instituciones que hacen la institucionalidad del Estado”, agregó.
Finalmente, destacó a compañeros de trabajo y camaradas, aunque confiesa que “algo de desencanto queda, algo tiene un sabor amargo, he aprendido a no tener vergüenza de emociones, estoy contento, pero no deja de embargarme la tristeza también”, expresó el nuevo canciller.
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Frustración
El secuestro del exvicepresidente de la República Óscar Denis es uno de los puntos fuertes que desequilibró su gestión. No considera que sea una mancha, más bien una frustración.
“No soy responsable, no es una mancha, es una frustración, el Gobierno no le secuestró a Óscar Denis, le secuestró el EPP”, refutó. A partir de ahí, habló sobre el compromiso de acción para avanzar en la política de lucha contra el crimen organizado.
Negociación del Anexo C
La tarea fundamental que deberá de encabezar será la renegociación del Anexo C del Tratado de Itaipú, lo que significa para el ministro “un gran desafío, pero con un amparo de la ley y transparencia para compartir con la ciudadanía lo que tenga que hacer”, indicó. Por eso, lo calificó como un trabajo interesante y fascinante.
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