La senadora Georgia Arrúa, del Partido Patria Querida (PPQ), aguarda que la Contraloría General de la República (CGR), encabezada por Camilo Benítez, realice las intervenciones ante la compra de los polémicos obsequios, como los termos de la marca Stanley, que fueron entregados en el marco de las fiestas de fin de año con los logos de diversos ministerios, binacionales y otras instituciones.

Al respecto, la legisladora fue contundente en preguntarse sobre la vigencia de la Ley 6.622/20, aprobada en el gobierno del presidente Mario Abdo Benítez, que prohíbe la utilización de los recursos del presupuesto para la compra de obsequios.

“¿Qué pasó de la ley? O todos los jefes decidieron gastar su aguinaldo en la compra de termos; supongo que la Contraloría ya está pidiendo informes”, mencionó. El conflicto se originó tras difundirse la compra hecha en el Ministerio de Obras Públicas, y el caso obligó al titular de dicha cartera, Arnoldo Wiens, a aclarar que los termos fueron adquiridos de su bolsillo, destinando nada más y nada menos que G. 26.422.400, gastando más de lo que gana en un mes para agasajar a selectos funcionarios.

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También se difundieron las imágenes de los termos realizados para la Presidencia de la República, de altísimo costo, también en la Policía Nacional, cuyas autoridades indicaron que fueron comprados realizando “vaquitas” gracias a la recaudación de dinero por decisión de los cursantes de la carrera policial, en agradecimiento con los superiores.

La Itaipú Binacional, a cargo de Ernst Bergen, también se sumó a la lista de desmentidos en torno a la adquisición de los productos. “La Itaipú aclara que no adquirió ningún termo de la marca Stanley para obsequio protocolar u otros fines, como están publicando en algunos medios digitales y en redes sociales. En todo caso, si alguna empresa recibió y procesó pedidos de los termos mencionados para obsequios personales o empresariales, con logo institucional, lo hizo sin contar con la autorización de la entidad”, refiere.

También reitera que está prohibido el uso de la marca corporativa en productos, eventos, regalos empresariales y otros, que no respondan a un fin institucional y no cuenten con la licencia correspondiente.

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