El escenario político-electoral cerró sus cortinas en este 2020, año en que la única y exclusiva protagonista fue la pandemia del COVID-19; en tanto que la contienda electoral fue postergada para el 2021. El espectáculo que podrían brindar las reñidas internas partidarias quedó en stand by, y los grandes discursos de cambios recién se iniciaron.
Las elecciones municipales para el cambio de intendentes y concejales debían realizarse este año, sin embargo, la pandemia y las restricciones sanitarias obligaron a cambiar de fecha.
En diciembre del año pasado, las filas partidarias se alistaban para el día de las elecciones, pero todavía en un ambiente muy calmado. Los principales partidos políticos como la Asociación Nacional Republicana (ANR) y el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) se enfrentaban a la definición de las posibles figuras para catapultar en los comicios.
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Por un lado, el Partido Colorado iniciaba su operación cicatriz con un objetivo, sellar un pacto de caballeros en el cual el compromiso fue llevar adelante una campaña interna electoral sin agresiones, como era habitual, en las filas coloradas. Además, se hablaba de consensuar candidaturas en los principales municipios del país.
Mientras tanto, en el PLRA la tensión se concentraba en las denuncias de corrupción y el escándalo de las facturas, cuyo principal responsable sería el presidente partidario Efraín Alegre y todo su entorno. Si bien, para ese momento no se dieron propuestas concretas para las precandidaturas, se vieron intensiones electorales de liberales no muy activos de la política.
Por otra parte, desde las agrupaciones opositoras, como el Frente Guasu, el Partido Demócrata Progresista (PDP), Partido Encuentro Nacional (PEN), no manifestaron grandes intensiones, aunque también hablaban de las posibles alianzas y concertaciones electorales. Asimismo, el Partido Patria Querida (PPQ) iba ganando campo para presentar a sus posibles candidatos municipales.
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La llegada de la pandemia
Toda esta “previa” contienda quedó pausada cuando en marzo pasado se confirmaba el primer caso de COVID-19 en Paraguay. Ante esto se planteó la suspensión de las municipales 2020 a fin de evitar aglomeraciones, además de todo lo que implica los comicios, y así cumplir con las medidas sanitarias y evitar un contagio masivo del virus. El senador Enrique Riera hizo el planteamiento ante la Cámara Alta.
En el mes de abril, el Congreso Nacional dio el visto bueno para la postergación, consecuentemente se extendieron por ley los plazos de mandatos de los intendentes y concejales municipales, hasta el 2021. Ante este escenario, en junio pasado el Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE) anunciaba oficialmente la postergación de las elecciones municipales para el próximo año.
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El TSJE lanzó el 30 de noviembre la convocatoria a los comicios municipales para el periodo 2021-2025, que serán realizados el 10 de octubre del año próximo, mientras que las internas partidarias simultáneas se celebrarán el 20 de junio.
Con esta resolución, lentamente el escenario político volvió a abrir sus cortinas y van apareciendo tímidamente en escena las tradicionales conversaciones y negociaciones para la postulación de los precandidatos.