Cuando el Poder Legislativo reactivaba sus labores, el presidente en ese entonces, Blas Llano, tuvo que dar el anuncio, que terminaría con una expulsión. La cuarentena recién empezaba, pero en la Cámara de Senadores ya se da a conocer el primer caso positivo de COVID-19. La infectada era una senadora, María Eugenia Bajac, a quien luego le fue retirada la investidura.

La confirmación de este caso el 2 de abril daba inicio de una de las polémicas más grandes que se dieron en este cuerpo colegiado, ya que el debate de la pérdida de investidura una vez más marcaba el paso y el pedido de reglamentación volvía a renacer. Se convertía así en una herramienta muy utilizada.

Contrajo el virus en un viaje al Perú, ignoró normas sanitarias y usó fondos públicos para un viaje con fines personales. Eso le costó su banca. Foto: Archivo

Así fue que el 14 de abril, el Senado le retiró la investidura a Bajac por haber incumplido las normas sanitarias establecidas por el Gobierno para el combate al COVID-19. La misma también había solicitado G. 12 millones al Congreso para viajar y participar de una actividad legislativa en Guatemala, pero finalmente asistió a un evento evangélico en Perú.

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Este fue el único caso de expulsión que se dio en el Senado este año. Sin embargo, las solicitudes para la pérdida de investidura de algunos legisladores no se hicieron esperar.

Al continuar su rumbo, el senador Rodolfo Friedmann fue el siguiente que se apuntó a la lista al darse a conocer una serie de irregularidades en licitaciones de merienda escolar durante su administración como gobernador del departamento del Guairá. El entonces titular departamental uso sus influencias y participó de los llamados a licitación y la firma en la que era el principal accionista salió adjudicada. Con esto, nuevamente la necesidad de reglamentar la figura se puso al tapete y para aumentar la cantidad de votos necesarios para la expulsión.

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Pese a una serie de licitaciones amañadas, el senador Friedmann sigue en su banca. Foto: Néstor Soto

Sin embargo, esta expulsión no corrió debido a que un grupo de la oposición con colorados aliados a la izquierda se convirtieron en salvavidas para que Friedmann se mantenga en la banca, pese a que se encuentra en un proceso judicial por administración en provecho propio.

También se apuntó a modo de revancha el pedido para destituir al senador Javier Zacarías Irún, quien sostenía que era un conflicto personal, cuando por los pasillos virtuales del Senado las firmas para los pedidos eran una constante.

El debate abierto por las tierras malhabidas en Paraguay desencadenó en pedidos de expulsiones de los senadores Fidel Zavala y Sixto Pereira. Foto: Archivo

El senador Sixto Pereira, del Frente Guasu, tampoco se salvó de ser uno de los posibles expulsados luego de que se dio a conocer una presunta operación encabezada por el mismo para lograr el despojo de tierras legítimas de una agroganadera. En octubre el pedido se hizo oficial por parte de senadores del movimiento Honor Colorado.

La reacción del sector no se hizo esperar y el pedido contra el senador Fidel Zavala, de Patria Querida, se presentó. Esto dentro de un contexto que involucraba un debate fuerte con el sector de la izquierda sobre las tierras malhabidas. Entonces, el Partido Comunista y el P-MAS pidieron la expulsión por supuestamente ocupar ilegalmente unas 131 hectáreas del Parque Nacional de Ybycuí.

Fue así que de a poco se convirtió en una bola de nieve sin frenos para los senadores. Más bien empezó como una forma de castigo a quienes infringían normas establecidas en el Congreso Nacional y se fue convirtiendo en un hobby para senadores o, más bien, en una cacería de brujas.

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