Una campaña mediática contra la corriente de las medidas sanitarias vino de la mano del diputado Jorge Brítez, de Cruzada Nacional. La intención era desacreditar el uso obligatorio de tapabocas, contraponiéndose a una ley promovida en el Congreso Nacional ante la complicada situación en el país, con el aumento de contagios y fallecidos de COVID-19, y la saturación de camas de terapia intensiva. Además, en coincidencia con 12 diputados y 50 funcionarios afectados por el coronavirus.
El diputado Jorge Brítez, del Alto Paraná, para no perder la costumbre y fiel a su estilo, argumentó su posición en diferentes medios, donde entró en contradicciones, al primeramente pedir que no se use mascarillas, pero al final dando a entender que solo buscaba evitar la obligatoriedad. Por ser “caldo de cultivo de virus, bacterias y hongos”, según alegó tras publicar una imagen en su estado de WhatsApp, con el cartel “Tapaboca No!!”, desde su banca en el Congreso.
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Esta semana, como repercusión negativa a su iniciativa, el diputado apareció en la sesión de Diputados con el rostro totalmente tapado con tela y por encima un tapabocas, para ironizar su uso obligatorio. La imagen se convirtió en memes y stickers para la comedia en redes sociales.
El controvertido legislador, de 36 años de edad y que ha presentado 34 proyectos desde que asumió su banca en el 2018; llegó a ser noticia internacional, en junio pasado, cuando en plena sesión de Diputados se quitó la camisa en un pasaje eufórico al reclamar al gobierno de Abdo Benítez la reapertura del Puente de la Amistad, que conecta Ciudad del Este con Foz de Yguazú (Brasil).
Así también, en agosto pasado, Brítez fue tendencia en redes sociales por subir una foto posando solo con el boxer puesto, ofreciendo su prenda interior a cambio de insumos para una olla solidaria. Antes de llegar al Congreso, en el 2016 fue imputado por supuestos daños, mediante grafitis, a la sede del local del Ministerio Público. Con el exsenador Paraguayo Cubas y el concejal Celso “Kelembu” Miranda, el diputado fue asociado al caso por haber escrito “Cueva de Bandidos” en una de las paredes de la Fiscalía de Ciudad del Este; “bandida” contra la fiscala Cinthia Leiva y “ladrón” en alusión al fiscal Alfredo Ramos Manzur.
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¿Visionario de la pandemia?
En un momento incluso se catalogó como un adelantado del siglo por su visión sanitaria de este insumo médico que se ha vuelto una de las herramientas más importantes para evitar el contagio masivo del coronavirus. “Me quieren poner como ridículo, pero esta batalla solo el tiempo lo dirá. Esto recién inicia”, expresaba en redes.
“Hoy fui bombardeado, ametrallado, reventado, humillado, insultado, menospreciado, siento como si un tractor me pasó por encima, necesito un reparador sueño (…) Capaz hoy no se pueda entender, pero mañana será otro día”, alegaba también.
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Los cuestionamientos desde la ciudadanía y de sus propios pares no se hicieron esperar para exponerlo en el ojo de la tormenta ante semejante campaña cuando los contagios se masifican y las unidades de terapia intensiva no dan abasto.
Su colega, el diputado Walter Harms, dijo que “es una imagen que desacredita a la Cámara de Diputados porque exhibió ese cartel en plena sesión, cuando el mundo sabe que Paraguay está viviendo su peor momento, cuando las camas están ocupadas en un 100%, donde mueren entre 12 y 15 personas por el coronavirus”, expresaba.
También el diputado Basilio Núñez expresó: “Le digo al colega Brítez, en nombre de las casi 1 millón 600 mil y las casi 2 mil personas que ya fallecieron en nuestro país, que el tapabocas es mucho más cómodo que el tubo endotraqueal”, dijo el legislador que, además, dijo que analiza pedir la suspensión de su par.
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Descabellado proyecto
Fuera de lo mediático y viral, lo que preocupa es que presentó un proyecto de ley para abrogar la normativa vigente del uso obligatorio de tapabocas y protectores faciales; pide que quede solo a conciencia de cada uno. El miércoles último, Diputados aprobó un nuevo proyecto de ley de uso obligatorio de mascarillas protectoras, conocidas comúnmente como tapabocas, que contempla sanciones y fue remitido al Senado.
Pero la respuesta por la actitud de Jorge Brítez no se hizo esperar. El Sindicato Nacional de Directores (Sinadi) pidió esta semana por nota a la Fiscalía General del Estado la “urgente intervención, investigación, imputación y castigo al diputado por Alto Paraná, Jorge Brítez”.
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Alegan que al presentar el proyecto de ley, el 3 de diciembre pasado, se constituye en una inminente exposición al peligro y a la vida de las personas, más aún considerando la situación de los hospitales públicos del país. El periodo legislativo acabó, pero no sería menos que el diputado se mantenga en vigilia para perdurar con sus ideas en su habitual agenda social.
“No está a la altura del pueblo que lo votó”, opinó, por su parte, el ministro de Salud, Julio Mazzoleni. “Este tipo de intervenciones irresponsables tiene que ser condenada enérgicamente”. En tanto, el doctor José Fusillo, neumólogo del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente (Ineram), dijo: “Ver a una persona elegida por el pueblo que evidentemente no ha de tener muchas luces y yo dudo mucho de su capacidad intelectual y eso lo confirmo absolutamente ahora, que salga dar un mensaje erróneo a una población cansada, hastiada que necesita este tipo de figuras payasescas para tener un liderazgo negativo, esto fomenta el negacionismo”.
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