Cuando en octubre del 2009, el hoy senador por el Partido Patria Querida, Fidel Zavala, fue secuestrado durante 45 días por integrantes del grupo criminal autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), su hermano Diego Zavala fue el principal negociador con los criminales.
En conversación con la 650 AM, el hermano del senador se refirió a los hechos sucedidos el viernes pasado en la zona del Cerro Guazú, departamento de Amambay, donde fueron abatidos tres integrantes del grupo criminal en un enfrentamiento con los agentes de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC).
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“Son sentimientos encontrados, pues primero que nada, nadie quiere la muerte de una persona, pero por otro lado, las familias de los secuestrados ven con alivio que hayan progresos en la captura de este grupo, pero yo como profesional del derecho lo veo como un avance de la investigación y para la captura de los responsables, pero en general se producen sentimientos encontrados”, explicó Zavala.
Cree que a pesar que mucha gente sienta alegría por la muerte de estas tres personas, se debe mirar de manera desapasionada y notar que existen avances en el trabajo de las fuerzas de seguridad. Considera que es parte de un proceso que se inició poco después del secuestro de su hermano.
El crimen evoluciona
“He sostenido que varios presidentes han venido apoyando esto y las fuerzas de seguridad siempre se van a mantener, sin importar qué presidente entre o salga y las personas que toman las decisiones han venido apoyando estos cambios en las fuerzas de seguridad, que son cambios que responden a estas nuevas realidades del crimen, como es el caso del EPP o el mismo caso del PCC (Primer Comando Capital)”, sostuvo.
Zavala recordó que sugirió a la familia del secuestrado exvicepresidente Óscar Denis que no era una buena decisión mantenerse en silencio, pero es lo peor que le puede pasar a un caso de secuestro y favorece a los captores.
“La opinión pública es muy importante en la presión a las autoridades y esa misma presión motiva a las fuerzas de seguridad, que por estar bajo bandera, tienen que responder al presidente de la República y a sus ministros”, explicó.
Finalmente comentó que en las reuniones familiares ya no se habla de lo sucedido con su hermano en el 2009. “Hay veces que vienen (los recuerdos) y tratamos de hacerlo pasar, aunque no podemos negar que sí se habla, pero es un recuerdo que mejor no recordarlo, no guardarlo, pero sí olvidarlo”, explicó.
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