Alonso Chaverri-Suárez
Representante del BID en Paraguay
El comercio y la conectividad son pilares fundamentales para mejorar la competitividad, la productividad y el nivel de internacionalización del país, con el objetivo último de lograr un desarrollo económico más sostenible para Paraguay. Dada su condición de mediterraneidad, el país debe abordar de manera integral desafíos centrales en términos de costos de transporte, logística y facilitación comercial.
Como economía abierta al comercio internacional, Paraguay se ha convertido en un importante exportador mundial en los segmentos de agricultura, ganadería y energía eléctrica. Considerando que estos sectores representan el 80 % de las exportaciones directas y al menos el 17 % de la producción; la economía paraguaya sigue siendo vulnerable a shocks externos. En 2023, el Producto Interno Bruto (PIB) de Paraguay creció un 4,7 % en comparación con 2022, una buena noticia al superar las expectativas del Banco Central, pero también un dato que evidencia esa volatilidad anual que suele tener el comercio y el PIB en el país.
Paraguay también ha mantenido un régimen de inversión extranjera directa (IED) abierto y ofrece una gama de exenciones fiscales, incluso sobre inversiones de capital de origen nacional e internacional, y empresas extranjeras establecidas bajo el régimen de maquila. Por ejemplo, el mes pasado, el Banco ha apoyado con éxito a la Cámara de Empresas Maquiladoras del Paraguay en la realización del Maquila Business Forum. A pesar de los esfuerzos, la baja carga fiscal, y los mencionados incentivos a la inversión, las entradas netas de IED en Paraguay son inferiores a países vecinos como Argentina o Uruguay.
Así como existen infinitas oportunidades para el país, hay varios desafíos que se deben afrontar para dar un salto de calidad; tales como incrementar la productividad y reducir la informalidad, factores determinantes para mejorar el clima de negocios y atraer más y mejores inversiones. Paraguay debe abordar decididamente tres frentes en paralelo: el desarrollo productivo e inserción internacional; la inversión en capital humano, y la mejora de la gestión pública y transparencia en los trámites.
La apertura comercial de Paraguay debe ampliarse con foco en la diversificación de exportaciones en segmentos no tradicionales tales como los servicios globales o servicios basados en conocimiento, que cumplen un rol clave en ese proceso.
Como socio estratégico en la promoción de comercio e inversión de la región, el BID ha acompañado a Paraguay a través del Ministerio de Industria y Comercio (MIC) para la construcción de estrategias y desarrollo de capacidades para la atracción de inversiones y promoción de exportaciones. Por ejemplo, acompañó el fortalecimiento de la Red de Inversiones y Exportaciones (REDIEX) con apoyo técnico en tres programas tanto para la atracción de inversiones y la promoción de exportaciones. Dentro de esas iniciativas, 134 empresas lograron importantes avances en la diversificación de productos exportados.
En 2022, el Foro Invest in Paraguay, que contó con más de 2.200 asistentes de 27 países, generó inversiones por más de US$ 1.500 millones. El año pasado, las siete plataformas de productos de REDIEX han exportado por US$ 3.274 millones y, según la Ventanilla Única de Exportaciones (VUE), se han registrado 70 nuevas empresas exportadoras. Estos son solo algunos ejemplos del impacto que genera el trabajo del Banco con el Gobierno de Paraguay.
El BID seguirá apoyando de forma prioritaria el avance hacia el camino del crecimiento, la diversificación productiva, la innovación, la internacionalización y el desarrollo sustentable. Apuntamos a generar un impacto positivo en el ecosistema de integración regional, aumentando el nivel de inversiones, exportaciones y, por supuesto, de generación de empleo de calidad que dinamice la economía local; elementos esenciales dentro de nuestra nueva estrategia institucional, BID Impact+.