El embajador de la República de China (Taiwán), S.E. José Chih-cheng Han, conversó con La Nación acerca de las relaciones bilaterales con Paraguay, su aliado sudamericano desde hace décadas de manera ininterrumpida y además de la situación de tensión que se vive con su vecina continental.

“Venimos acompañando a Paraguay durante esta situación especial que nos pone a todos, la pandemia del COVID-19 y estamos enfocados en la prevención, en lo referente a insumos y equipos, pero Paraguay ha podido manejar muy bien esta pandemia y eso no es solo por la ayuda que ha recibido, sino porque la administración del Gobierno ha aplicado buenas medidas políticas y sanitarias, eso es algo que reconocemos como socios y país hermano", explicó el embajador.

La República de China (Taiwán) es el tercer destino de las exportaciones paraguayas de carne vacuna. Foto: Gentileza.

Luego agregó: “Siempre que existan desafíos o inconvenientes como lo que ahora se da con el COVID-19, siempre tratamos de acompañar a Paraguay en las gestiones que estén a nuestro alcance y siempre somos los primeros en hacerlo”.

“Tenemos una agenda de cooperación bilateral principalmente apoyando la infraestructura social, la educación y el sistema de salud, pero para que vean que no perdemos tiempo, estamos también incrementando nuestra agenda comercial y de inversiones, un vínculo ganar o ganar", expresó Han.

Agradeció a las autoridades de Paraguay y de su país por la manera conjunta en la que se ha podido avanzar en lo referente a las exportaciones de carne vacuna, tanto que hasta este momento Taiwán es el tercer mayor destino de las exportaciones de carne vacuna paraguaya.

Informó además que próximamente la carne de cerdo, que ya se encuentra en la agenda comercial bilateral, podría tener una respuesta positiva, habilitándose el mercado taiwanés a este rubro nacional.

Las relaciones entre las dos Chinas

Las relaciones con China continental no pueden quedar fuera de este tipo de conversaciones y el embajador Ham aprovechó para explicar la situación actual en la que encuentran las relaciones en ambas costas del estrecho de Taiwán.

“China continental viene realizando cada vez más maniobras con sus aviones de combate, bombarderos y otros con capacidad para tareas de espionaje. Estas maniobras son cada vez más agresivas y llegando a ingresar al espacio de identificación de vuelo, que no es el espacio aéreo. La aproximación gradual que representa la aproximación cada vez mayor es absolutamente una provocación”, explicó.

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Tsai Ing-wen, la presidenta de la República de China (Taiwán), días atrás dijo en conferencia de prensa que su país, como cualquier Estado soberano, utilizará a sus Fuerzas Armadas para defender la soberanía del país. Durante la misma reunión con los medios pidió al gobierno de China continental que se autocontrole y evite las maniobras de provocación.

“Las intenciones que tiene China continental con estas maniobras revelan la verdadera naturaleza del régimen y eso no ayudará a que tengan una imagen positiva en la región y en el mundo. Pero no solo Taiwán siente esta amenaza militar por parte de los chinos continentales, también otros países de la región han alertado a la comunidad internacional sobre esta situación”, agregó el embajador.

El Taipei 101, uno de los edificios más altos del mundo, decora el paisaje ultramoderno de la ciudad de Taipéi, capital de la República de China (Taiwán). Foto: Archivo.

Poco antes de la reunión con los medios, la presidenta Tsai Ing-wen visitó bases de la Fuerza Aérea de Taiwán, animando a los pilotos a interceptar, siempre con prudencia, a los aviones militares chinos, en caso que llegaran a penetrar en el área de identificación taiwanesa. La mayor parte de estos peligrosos avances chinos se dan en el estrecho de Taiwán, entre la isla y la costa continental china, pero también han sucedido eventos en la zona suroeste, en el estrecho que separa a Taiwán de las Filipinas.

Entre Taiwán y China continental existen vínculos económicos, comerciales, turísticos y culturales, pero cada vez son más frecuentes, intensas y peligrosas las fricciones políticas entre dos sistemas muy opuestos, el democrático de Taiwán y el autoritarismo de China continental.

“Cada país tiene valores que son muy difíciles que convivan y si bien es cierto que tenemos vínculos intensos en otras áreas, cada vez tenemos más separación desde el punto de vista político”, concluyó el embajador.

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