La exsenadora, María Eugenia Bajac, no quiso hablar de lo sucedido durante la sesión extraordinaria del Senado, donde no se lograron los votos necesarios para la pérdida de investidura del imputado senador Rodolfo Friendmann, ni los hechos en los que participó la senadora Lilian Samaniego, una situación muy similar a la que ella vivió en abril pasado.

Bajac fue separada del Senado con 40 votos en contra, 4 a favor y una abstención. “Fui imputada de una manera totalmente injusta, pues en mi caso, en el laboratorio privado el resultado del test COVID-19 me salió negativo y en el del Ministerio de Salud, positivo”, explica Bajac.

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“Lo único que me resta es que mi caso fue algo político, pues no le hice daño a nadie, ni he contagiado a nadie”, agregó. Seguidamente explicó que ya no quiere seguir hablando del tema porque le jugaron muy sucio sus excolegas y a ella le costó mucho perdonar. “De verdad te digo, me costó muchísimo perdonar”, dijo la senadora a la 650 Am.

Respecto a la posibilidad de regresar al Senado, tras la gran diferencia entre su caso y la acusación a Rodolfo Friedmann, la exparlamentaria dijo que el planteamiento de inconstitucionalidad de la pérdida de investidura en su caso, estaba completamente en manos de sus abogados.

“Estoy segura que fue una gran injusticia lo que hicieron conmigo y el tiempo me va a dar la razón. Mi error fue no esperar el resultado negativo de mi test, pero está comprobado que no he contagiado a nadie”, sostuvo.

“Instalaron esa mentira en contra mía, no sé quién pudo haberlo hecho pero tampoco me importa ahora, no me dieron una sola oportunidad para defenderme. Pero los perdoné, también perdoné a la prensa por todo el daño que me hicieron”, finalizó Bajac.

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