Su imputación tras la abrumadora cantidad de pruebas en su contra por las licitaciones amañadas del almuerzo escolar para los niños del Guairá, su renuncia al cargo de ministro de Agricultura tras conocer la decisión de la Fiscalía y sus posteriores expresiones en contra de la fiscala general del Estado, Sandra Quiñónez, fueron hechos resaltantes que convirtieron sin duda alguna a Rodolfo Friedmann Alfaro en el personaje político de la semana.
La denuncia realizada a fines de julio por Hugo Alexander Torales Viveros, exsocio comercial de Friedmann –quien reveló detalles de cómo hizo el exministro para despojarle de sus acciones y quedarse con el 90% de las ganancias de la empresa Eventos y Servicios SA (ESSA)– fue el comienzo de una serie de hechos que llevó al fiscal Osmar Legal, primeramente, a investigar y luego a imputar a Friedmann, a su esposa Marly Figueredo y a otras cuatro personas más, todas del entorno del matrimonio.
El ahora exministro aportó un capital operativo de G. 1.700 millones en la mencionada empresa a cambio de quedarse con el 80% de la rentabilidad del negociado con el almuerzo escolar en dicho departamento, cuando él era gobernador en el período 2013-2018.
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Como socio comercial estaba Torales Viveros, quien decidió contar todo tras quedarse sin nada porque Friedmann se adueñó de sus acciones. El tercer accionista era el diputado Éver Noguera, quien vendió su parte para ocupar su banca.
A medida que pasaban los días, el “socio comercial arrepentido” fue mostrando pagos que se hicieron desde la cuenta en dólares que manejaba el exgobernador del Guairá por valor de US$ 35 mil en concepto de joyas. También cheques emitidos por la firma para el pago de cuotas de vehículos 0km adquiridos por Friedmann, además de pagos a agencias de viajes por vacaciones en Semana Santa.
La empresa se quedó con todos los contratos de provisión de almuerzo escolar de la gobernación. A la vez, se acrecentaba la vida de lujo y la ostentación del ahora extitular del MAG y su esposa Marly Figueredo, también imputada por el Ministerio Público.
En busca del blindaje
El último movimiento en esta causa es la resolución judicial que ordena la detención y posterior prisión preventiva de Silvio Álvaro Alfaro, gerente de la empresa ESSA, y de la contadora Lourdes González de Melgarejo, lo que ya está en manos de la Policía Nacional. Friedmann había presentado su renuncia al cargo de titular del MAG luego de darse el anuncio de su imputación tras lo cual prometió “dar lucha desde el Senado”, cuando apenas había dejado la titularidad de la estatal.
Confiado en que se mantendría protegido por el blindaje que ofrecen los fueros parlamentarios, el exministro jugó al ajedrez realizando movimientos muy obvios, quizás acechado por su imputación, la de su esposa y otras personas cercanas a su entorno.
Se han escuchado voces a favor entre sus colegas senadores, entre quienes estaban algunos que, por cierto, no se esperaba menos de ellos y aunque esta causa deberá ser resuelta en la Justicia. Serán sus colegas parlamentarios quienes decidan el próximo 10 de setiembre si Rodolfo Friedmann será despojado de sus fueros parlamentarios para someterse a los tribunales, así como sucederá con su esposa, el gerente de la empresa, su excontadora y su secretario en la Gobernación del Guairá.
Por de pronto, otros colegas senadores adelantaron su voto con expresiones tales como “me parece que hay que aplicar la misma vara a todos. No hay margen, lo de Rodolfo Friedmann es miserable, robarle alimentos a los niños”, o “se aplican tres causales para destituir a Friedmann”, como lo manifestaron los senadores Enrique Riera y Sergio Godoy.
Aunque el Senado aún no se haya expedido ni la Justicia haya dado un veredicto, la opinión pública sí ya ha emitido el suyo y definitivamente lo que pide es que se haga justicia y de comprobarse su culpabilidad, que pague por los hechos.
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