El Gobierno Nacional a través de la Cancillería, respondió a su par argentino que hoy emitió un comunicado en relación con la muerte de dos ciudadanas argentinas ocurrida durante el enfrentamiento entre militares y el grupo criminal autodenominado EPP, en una estancia de la zona de Yby Yaú, departamento de Concepción y se ratificó en que las menores fueron abatidas durante el enfrentamiento registrado entre agentes de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) y los criminales.
Ante esta situación, el gobierno paraguayo emitió un comunicado que expresa: “El Gobierno de la República del Paraguay, luego de tomar conocimiento con sorpresa de las expresiones vertidas en el Comunicado Nº 241/20 emitido por el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la República Argentina, manifiesta su plena predisposición de mantener los canales de cooperación abiertos con las autoridades argentinas con el fin de compartir información sobre las circunstancias en que se desarrollaron los hechos con derivación trágica del pasado 2 de setiembre del corriente”.
Expresa que en los informes incluirán las motivaciones que llevaron a las mismas hasta el campamento principal de la citada organización criminal, así como la situación civil y la nacionalidad de las personas fallecidas.
Del mismo modo, expresa su interés en cooperar con las autoridades argentinas para realizar las pruebas necesarias de ADN para establecer los vínculos de estas con las personas que las inscribieron en el Renaper, en vista de que existen evidencias de que nacieron en territorio paraguayo y de madre y padre paraguayos.
Finalmente, reitera que se encuentra en permanente comunicación con las autoridades argentinas, de manera que los hechos acaecidos sean aclarados de la forma más objetiva posible y renueva su interés en que los dos gobiernos realicen esfuerzos conjuntos en la lucha contra todo tipo de organización criminal vinculada con explotación y utilización de niños, niñas y adolescentes con fines ilícitos.
Otros menores
No es la primera vez que se encuentran a menores en filas de agrupaciones criminales. A.F.L., con apenas 15 años, murió en un enfrentamiento el 19 de setiembre del 2014 en Arroyito. También está el caso del hijo de Alejandro Ramos, quien fue reclutado en el 2013 con apenas 15 años y formó parte del secuestro de Félix Urbieta, él es Antonio Ramos.
Otro joven abatido en poder de los criminales fue Bernardo “Coco” Bernal Maíz, responsable del secuestro de Fidel Zavala cuando tenía 16 años y del asesinato de su propia tía Eusebia Maíz. Ingresó al grupo criminal de mano de su hermano Antonio Bernal.