El Partido Patria Querida (PPQ) aboga por un Presupuesto General de la Nación 2021, modo COVID, en el cual se descarten los gastos superfluos y que esté acompañado por la política de no endeudamiento respetando el tope establecido en la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF) de 1,5%.
“El presupuesto tiene que ser muy austero, donde se le quite toda la grasa, tiene que ser un presupuesto modo COVID. Esto quiere decir que no tenga gastos superfluos, tenemos que ver los gastos referentes a los combustibles, ceremonial, seguro médico, viáticos, nada de pasajes, bonificaciones, no tiene que realizarse aumento de salarios”, sostuvo el líder de la bancada en el Senado, Stephan Rasmussen.
El legislador añadió también que para enfrentar la crisis sanitaria y económica generada por la pandemia es necesario respetar las reglas que consideran básicas. Es decir, que se respete la política del no endeudamiento, y en el caso de contraer nuevos créditos que los mismos no sean utilizados para gastos corrientes.
“Nosotros tenemos que volver a ciertas reglas que nos permitieron como país tener una estabilidad económica en los últimos 15 o 18 años, uno de los pilares de eso es que la deuda no se puede utilizar para gastos corrientes, solo para inversión o repago de las deudas, entonces esta es una premisa muy importante”, sostuvo.
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“Respetar el límite fiscal”
Señaló que es necesario respetar el límite fiscal del 1,5% estipulado en la LRF, recordó que el pasado año el sector político votó contra la propuesta del Ejecutivo de elevar al 3% el déficit, bajo el argumento de que podría volverse una costumbre.
“La otra premisa es que no podemos seguir endeudando al país. Yo pondría como límite sí o sí el 1,5% del déficit fiscal que de hecho lo veníamos cumpliendo todos los años hasta que finalmente se rompió esto el pasado año. Nosotros votamos contra eso ya que una vez que se rompe esa regla siempre habrá un justificativo para incumplir el plan. Tenemos que parar el ritmo de deuda del país”, expresó.
Por otra parte, el senador abogó para acompañar al sector privado en la producción ante la crisis como herramienta para enfrentarla. “Tenemos que ayudar al sector privado para que siga produciendo, pero no pretender que el sector público suplante a dicho sector porque ahí lo que se genera será un sector público gigantesco que se tendrá que solventar a través de impuestos y si no hay generación de riquezas, no hay impuesto que cobrar”, argumentó.