En la Cámara de Diputados, con una mayoría absoluta de 43 parlamentarios colorados y con las bancadas de los dos movimientos más fuertes, Colorado Añetete y Honor Colorado, Mario Abdo obtuvo una comodidad y sobriedad en el momento de acompañar sus proyectos remitidos en la Cámara Baja.
El presidente de la República cumple 2 años de gobierno con luces y sombras y sorteando conflictos políticos; sin embargo, en el Poder Legislativo, principalmente en la Cámara de Diputados, se dio un importante apoyo con una gran mayoría a las iniciativas del Poder Ejecutivo.
Ambas bancadas dieron, en parte, gobernabilidad a Mario Abdo Benítez. En el primer año asumió como presidente de la Cámara de Diputados Miguel Cuevas, del equipo de Colorado Añetete, lo que pese a haber disgustado a la bancada de Honor Colorado, se llevaron adelante varios acuerdos.
En este punto es importante resaltar que el movimiento Honor Colorado, liderado por el expresidente Horacio Cartes, desde la asunción de Mario Abdo Benítez dio su respaldo al mandatario con una línea muy clara, dar gobernabilidad al Ejecutivo sin condicionamientos.
En el segundo período de la masa directiva, nuevamente asumió la presidencia de la Cámara Baja el diputado Pedro Alliana tras un acuerdo que se concretó entre ambas bancadas, además de la designación de Arnaldo Samaniego como vicepresidente primero y al diputado liberal Enrique Mineur como vicepresidente segundo. Esta nueva mesa directiva también dio paso a una gobernabilidad del Ejecutivo.
El momento más crítico
El momento más difícil y la crisis más fuerte que tuvo que enfrentar el presidente Mario Abdo fue en agosto del 2019, a días de cumplir un año de gobierno, con un intento de juicio político. Un sector de la oposición, del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), presentó el juicio político contra el Poder Ejecutivo, el presidente de la República, Mario Abdo, y el vicepresidente, Hugo Velázquez, luego de hacerse públicas las negociaciones del Anexo C del Tratado de la Itaipú Binacional.
Sin embargo, un salvataje se dio tras la decisión del movimiento de HC para no acompañar el juicio político y con los 43 votos, este planteamiento finalmente fue al archivo.
Los proyectos
Algunos de los proyectos que pasaron por la Cámara Baja y fueron aprobados son principalmente los pedidos de préstamos para las diferentes instituciones públicas del Gobierno. La última, los US$ 1.600 millones que se contemplan en la Ley de Emergencia Nacional por la pandemia del COVID-19.
Igualmente, se dio acompañamiento a otras iniciativas como la reforma tributaria; además, se logró sancionar el proyecto de modificación del Código Electoral Paraguayo, que eliminó las listas sábana e implementó las máquinas de votación en una sesión maratónica e histórica.
Los cuestionamientos
A la par del apoyo y una mayoría indiscutible, se dieron varios cuestionamientos por parte de los diputados, en este caso también de la bancada de Honor Colorado, y principalmente del sector de la oposición, en varias circunstancias y varios momentos críticos para el gobierno de Mario Abdo.
Uno de los últimos acontecimientos fue la denuncia presentada por un grupo de legisladores de la oposición sobre las compras sobrefacturadas en el marco de la Ley de Emergencia ante el Ministerio Público. Lo que llevó a una investigación que se encuentra en curso.
Una señal política fuerte también se dio en las últimas semanas con la interpelación del entonces presidente de la Administración Nacional de Electricidad (Ande), Luis Villordo, que terminó con el voto de censura y la recomendación de la Cámara Baja al Poder Ejecutivo de destituirlo del cargo. Lo que finalmente ya se concretó con su cambio al frente de la entidad.
El nexo con el Ejecutivo
La relación con el Poder Ejecutivo se canalizó desde un principio a través del vicepresidente de la República, Hugo Velázquez, quien participó en todo momento de las tomas de decisiones en la Cámara Baja. Constitucionalmente, es el vicepresidente el encargado del nexo entre el Legislativo y el Ejecutivo, y en este caso Velázquez cumplió a cabalidad con este rol.
En reiteradas ocasiones, Velázquez fue hasta la sede legislativa, incluso participó de sesiones en el pleno acompañando cada decisión tomada por los diputados, si el tema era de interés del Poder Ejecutivo. Mientras tanto, en el último tramo, las visitas del vicepresidente en el Congreso se fueron perdiendo.