El diputado Walter Harms, del Partido Colorado, se refirió al informe emitido por la Contraloría General de la República, en el cual dio a conocer que en el 2016 la administración del entonces gobernador de Guairá y actual ministro de Agricultura y Ganadería, Rodolfo Friedmann, destinó una millonaria suma por almuerzos que no fueron consumidos en dicho año por los escolares de la zona.

“Sacarle el plato de comida a chicos humildes es criminal y eso merece fusilamiento como mínimo, pero acá parece que eso no se entiende”, mencionó el parlamentario en comunicación con la radio 650 AM.

Por otra parte, cuestionó que el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, no haya tomado una decisión al respecto y siga manteniendo al funcionario de Estado en la cartera del MAG, teniendo en cuenta también la reciente denuncia pública que fue realizada por su exsocio comercial Alexander Torales Viveros, cuando ocupaba un cargo en la empresa Eventos y Servicios SA (ESSA). “No hay caso (destitución de Friedmann), hay pruebas anteriores en las mismas situaciones y oñembotavyete el jefe”, sentenció.

Un contundente informe de la Contraloría reveló que en el 2016, la administración del entonces gobernador adjudicó un contrato de G. 15.452 millones a la empresa ESSA, del que también es propietario el ministro, por 1.367.520 raciones de almuerzo escolar. La mitad de las raciones, es decir 683.760, debía ser distribuida en el mencionado periodo y en el 2017.

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De acuerdo a la auditoría de la institución, solo entregaron 480.611 raciones del almuerzo escolar y quedó un faltante de 203.149 raciones por valor de G. 2.295 millones. Con el almuerzo escolar se privilegió al diputado Ever Noguera, quien también era accionista, con un anticipo de G. 1.843 millones en el 2016 y a cambio, su proveedor le brindó “vales de almuerzo”.

Pagaron en ese año por almuerzos no consumidos por los escolares de Guairá, cuando el contrato, como el pliego de bases y condiciones, estipulaba que el pago debía ser en base a actas de entrega de los alimentos. Entre el 2015 y 2016, los amigos del ministro manejaron a su antojo las adjudicaciones de almuerzo y merienda escolar.

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