El protagonista de la semana es el expresidente de la República Horacio Cartes, miembro del Partido Colorado y líder del movimiento Honor Colorado, quien nuevamente demostró su vigencia dentro de la arena política al dar una voz de aliento al gobierno de Mario Abdo Benítez, ante la crisis sanitaria y económica generada por el COVID-19, que motiva a varios sectores políticos y sociales a realizar duros cuestionamientos y requerir a la vez soluciones inmediatas para una ciudadanía demandante.

Con un marcado liderazgo, Cartes movió el avispero político para dar calma al conflicto interno que sacudía a la Asociación Nacional Republicana (ANR), mediante un llamado de unidad, bautizado como el proceso de “Concordia”, con el objetivo no solo de apoyar las propuestas y acciones de la administración de turno durante la pandemia, sino de garantizar la gobernabilidad de Abdo Benítez.

No obstante, desde su movimiento Honor Colorado dejaron muy en claro que el respaldo brindado al Gobierno no significará apañar las denuncias contra hechos de corrupción que salpicaron al gabinete de Abdo Benítez, y que se intensificaron durante la emergencia sanitaria, principalmente en el manejo de los recursos públicos para la adquisición de insumos y equipos médicos.

Ante la problemática, los principales referentes de Honor Colorado, que mantienen una constante comunicación con Cartes, mencionaron que es necesario que Abdo Benítez realicé un “golpe de timón” en el marco de la transparencia, es decir, concretando cambios en su gabinete a corto plazo, teniendo en cuenta el rechazo ciudadano hacia algunos de sus ministros, que no estarían cumpliendo con todas las expectativas. Recordemos que el mandatario prometió durante sus campañas electorales un Paraguay mejor, lejos de la corrupción y la impunidad, estableciendo en su momento la ya conocida frase “caiga quien caiga”.

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Varias autoridades y dirigentes de base destacaron la predisposición del exjefe de Estado en buscar la unidad para el bien, no solo de la agrupación colorada, sino de la sociedad paraguaya, sin distinciones de banderías políticas, a pesar de las críticas provenientes de algunos opositores en buscar “entorpecer o embarrar” el proceso, tildado incluso como un hecho histórico, según los colorados.

Desde un inicio Cartes abogó por mantener un diálogo abierto y sin exclusiones dentro del Partido Colorado, respetando las diferencias de pensamiento, pedido que fue realizado en varias oportunidades por los afiliados colorados que desean ver a la agrupación mantenerse en el Gobierno, con “la bendición” de uno de los principales autores.

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