El asesinato del dirigente liberal Rodrigo Quintana tomó esta semana un cambio radical ante la opinión pública, tras darse a conocer un video en el que se observa a jóvenes efrainistas aparentemente adulterando la escena del crimen la madrugada del 1 de abril del 2017, luego de las protestas desatadas en contra el proyecto de enmienda. Esta nueva situación tuvo gran repercusión y generó varias opiniones tanto de políticos como de reconocidos abogados.
La supuesta negligencia cometida por los jóvenes liberales fue denunciada días atrás por el abogado Victor Raúl Estigarribia, defensor del suboficial Gustavo Florentín, principal acusado por la muerte de Quintana, quien dijo que la vainilla hallada no era de la escopeta de su cliente y que las imágenes que se habían desechado de la investigación favorecen al agente. A partir de esto, se plantea una duda razonable sobre quién realmente mató al liberal.
Estigarribia comentó que la vainilla que habría matado a Quintana llegó hasta la escalera del local del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), donde un hombre identificado como Fernando Cáceres primeramente va hasta una camioneta negra fuera de la institución, trae lo que sería una vainilla y la cambia por la que estaba en el piso. Posteriormente, una mujer le da instrucciones a quien sería la abogada Olga Paredes para que mueva dicha vainilla y esta lo hace con sus pies, la lleva desde la escalera hasta el lugar donde cayó Quintana.
Acontecimientos llamativos
En el circuito cerrado de la sede del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), que apareció recientemente y en el que se registran los minutos después de la muerte de Quintana, aparece una serie de hechos llamativos que salpican a varios de los dirigentes. Uno de ellos es Stiben Patrón, a quien se observa sacar un procesador de computadoras de una de las oficinas para llevarlo a otra dependencia.
Patrón aparece en las imágenes cuando marca las 1:00 de la madrugada de ese sábado, subiendo las escaleras para ingresar a una oficina del PLRA con otro grupo de jóvenes, momento en el que saca la CPU a las 1:02 y la sube al siguiente piso. Luego de 2 minutos baja de vuelta las escaleras y va a la planta baja.
El joven efrainista también había participado con anterioridad en el atraco y la quema del Congreso Nacional, incluso fue imputado junto con Luis Osvaldo Sánchez, Brian Esteban Martínez y otro menor de edad en ese entonces, por fabricar bombas molotov en el local del Partido Liberal, que probablemente fueron utilizadas en la noche de 31 de marzo para incendiar la sede del Poder Legislativo. El hecho es calificado por algunos letrados como un hecho “terrorista”.
Patrón afirmó que no eran bombas, sino simplemente vinagre
De acuerdo a las investigaciones, las botellas contenían presumiblemente kerosene o alcohol, sin embargo Patrón, cuando mantenía prisión domiciliaria negó la fabricación de las mismas e incluso dijo que las botellas que portaba tenían vinagre para contener los efectos de los gases lacrimógenos. Actualmente no existe ningún ciudadano que participó en la quema del Congreso que esté en prisión.
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Una situación parecida se dio con el hijo de Efraín Alegre, quien también aparece a las 1:28 sacando varias CPU de una oficina y llevando a otro sitio antes de la llegada de la comitiva fiscal. Esa misma noche y madrugada, en la escena aparece el exdiputado y actual parlasuriano Juan Félix “Nito” Bogado, mano derecha de Alegre.
El crimen de Quintana ocurrió a las 00:00 horas con 22 minutos y 8 segundos. Estigarribia explicó que la Fiscalía solo incluyó como prueba hasta las 00:30 de la filmación y las nuevas imágenes en las que aparece una posible alteración de la escena del crimen corresponden a las 01:41. El Ministerio Público llegó a las 2:30, casi una hora de grabación quedó al margen de la investigación, según el profesional.
Opiniones de expertos
Varios abogados como el ex fiscal general del Estado (FGE), Óscar German Latorre, Eduardo González, José Ignacio González Macchi, Óscar Tuma, entre otros, coincidieron con todas las declaraciones de su colega Estigarribia, hablando también sobre una alteración evidente de la escena del crimen, solicitando a la vez la apertura de una nueva investigación por parte del Ministerio Público, con total “pulcritud, seriedad y hasta con indignación”. Así también, la citación a los jóvenes dirigentes y luego su posterior imputación ante las claras evidencias, según comentaron.
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