La baja ejecución es un gran problema de la gestión administrativa de Julio Mazzoleni para el senador Stephan Rasmussen, de Patria Querida. Este dijo que hay dos puntos críticos hacia el Ministerio de Salud. Por un lado, la baja ejecución presupuestaria y la falta de mano dura ante los casos sospechosos de corrupción.

En contacto con el canal GEN, lamentó la falta de gestión de los fondos de la Ley de Emergencia Sanitaria por parte del titular de la cartera, Julio Mazzoleni. Primeramente se habían hecho licitaciones por US$ 150 millones, se cancelaron por US$ 140 millones, quedan alrededor de US$ 10 millones en proceso, por lo que se tienen aún US$ 500 millones disponibles.

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“Esta ley de emergencia se aprobó con el objetivo de fortalecer el sistema de salud; pero llama la atención que de los US$ 514 millones que en principio se iban a destinar a Salud, hasta ahora solo se gastaron US$ 5 millones, de los cuales la mitad se debe recuperar por la licitación fallida de los famosos insumos chinos”, comentó.

Recordó que la excusa de todos los administradores es la falta de dinero. “Siempre decimos que no es el dinero, sino la gestión. Quedó en evidencia en este caso”, aseguró el legislador. No entiende cómo no se pudo preparar el sistema teniendo el dinero en el banco.

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Mano dura con corruptos

Con la licitaciones amañadas o irregulares “tiene que tener la mano más firme y dura ante los casos sospechosos de corrupción”, sostuvo. Como los cargos directivos dentro de cualquier ministerio son de confianza, consideró que “lo primero que uno debería hacer es separarlo del cargo, abrir sumarios administrativos y tratar de poner gente de confianza con buena gestión”.

No obstante, indicó que todo eso se hizo tímidamente en los últimos 3 meses. “Se hizo a destiempo, eso crea duda de si realmente hay intención de combatir a la corrupción y obviamente castigar a los responsables para que asuman la consecuencias o simplemente va a quedar en el oparei”. Mientras que los ciudadanos son los que sufren porque tienen que usar el servicio público de salud.

Por otro lado, reconoce que las decisiones fueron acertados en cuanto a la epidemia del coronavirus, adoptando las medidas sanitarias, “pero una cosa no quita la otra”, expresó. Aunque es optimista y cree que todavía estamos a tiempo, “pero nos movemos muy lentamente”, añadió.

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